El tope del gas, la factura y el timado

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

Miguel Toña | EFE

07 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

¿A quién beneficia el tope del gas?

La pregunta con la que arranca este texto se contesta de la siguiente manera: Desde luego, no al pequeño consumidor, excepto los que acceden al bono social y, aún así, tengo mis dudas. Voy a exponer mi caso: Estoy en el mercado libre. Después de tener una discrepancia con la compañía eléctrica por no respetar un contrato hecho en el mes de marzo a 17 céntimos/kW y por lo que interpuse una denuncia a través de Consumo para reclamar mis derechos con carácter retroactivo, resultó que la empresa resolvió cuando le dio la gana. Me devolvieron 90 euros (sin especificar) y por su cuenta activaron un contrato como dos meses después a 23 céntimos. No conforme, volví a reclamar a las oficinas de la compañía. La respuesta: no se puede activar con carácter retroactivo. Mi respuesta fue entonces: vuelvo a Consumo. El mismo día me llaman diciendo que me rebajan el precio a 15 céntimos/kW desde ese momento pero lo que no me dijeron es que, después de marzo, entraba en vigor el impuesto por el ajuste del gas por lo que en vez de a 15 céntimos/kW me sale a más de 30. No entiendo cómo en un consumo de 24,07 euros se puede cargar por el ajuste del gas otros 31,15 euros. Lógicamente volveré a Consumo por engaño en el contrato. Atención a aquellos usuarios a los que les venza el contrato en el mercado libre. Cuidado con las ofertas. Que contraten con el ajuste del gas incluido porque a esto todavía hay que agregar el IVA, peaje, etcétera. Y, por si todo esto fuera poco, ahora añaden la financiación del bono social. Total de factura: 72,70 euros. Conclusión: el tope del gas, en mi opinión, beneficia a las eléctricas y al Gobierno. Manuel Pérez Mosquera.

Menos quejas 

Vivimos en una sociedad que de por sí se queja por absolutamente todo. Es nuestra forma de ser. Aún así, si nos paramos a pensar nos daremos cuenta de que la mayoría de estas quejas son causadas por acciones que nosotros mismos hemos hecho. Es muy fácil expresar nuestra opinión sobre lo que nos rodea. Lo verdaderamente difícil es actuar ante esto, y sobre todo, darnos cuenta de que el error deriva de nosotros mismos. Con esto no pretendo meter en un mismo saco a todos los individuos de nuestra sociedad, ya que existen excepciones y situaciones en las que nosotros no tenemos nada que ver. Sin embargo, ¿por qué no colaboramos todos con pequeñas acciones que sí nos involucran, y así nos quejamos menos? Mireia Flores.

 Irán y las mujeres

La muerte de Mahsa Amini de 22 años por parte de la Policía de la Moral por no llevar la hiyab correctamente, no está pasando desapercibida en el país, y tampoco en el exterior. Son tres las semanas de protestas por parte de miles de manifestantes, que al grito de ¡libertad!, en las que algunas mujeres se han quitado el velo retando a las fuerzas de seguridad, están enseñando al mundo, que esta muerte no es una más. Los centros escolares, son objeto también de estas protestas. Una ONG noruega, ha cifrado en 154 las muertes que estas manifestaciones hasta el momento se han producido, y que no tienen intención de detenerse mientras las autoridades no den una explicación oficial creíble. Podemos estar ante la revolución de la hiyab, en la que miles de mujeres y niñas en las escuelas se están quitando el velo, perdiendo el miedo, en un país que, por primera vez, está gritando «muerte al dictador» en alusión al líder supremo Alí Jamenei. Como ha pasado en los distintos regímenes dictatoriales, el iraní ha convocado manifestaciones en favor de un sistema político teocrático, que no está calando en las nuevas generaciones. Estas protestas, son diferentes a las realizadas en anteriores crisis del régimen, al unir a distintos entornos y clases sociales, en una «solidaridad» que está produciendo actos violentos, en respuesta a la agresión estatal por la muerte de Mahsa Amini. Tal vez, la revolución de 1979 que impuso el velo, y el régimen teocrático, esté encontrando hoy el bumerán en un mundo muy distinto al de hace 43 años. Hoy, los efectos de las comunicaciones globales , las nuevas generaciones tienen mayor información que las del pasado. Podemos estar ante una nueva «primavera árabe» en Irán. Pedro Marín Usón. Zaragoza.