Motivos para reír

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

25 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante muchos años, el público había pasado pantalla tras el furor con que las telenovelas conquistaron la televisión nacional entre finales de los ochenta y principios de los noventa. Parecía, el culebrón, un género caducado en el flamante siglo XXI. Y sin embargo, sus enredos y tragedias no solo están aquí de vuelta, sino que se han convertido en una prioridad transversal, que triunfan tanto en las cadenas generalistas como en las plataformas y que están incluso en el origen de un terremoto mediático entre la depuesta Telecinco y la nueva regente Antena 3.

Ahora son las risas las que han apagado el motor y permanecen aparcadas. Entre el aluvión de thrillers, series fantásticas e historias sobre crímenes reales o inventados, los títulos de comedia están contados. Nadie parece encontrar el momento de proponer una nueva sit-com de humor y evasión a la altura de los nombres con mayúsculas que se quedaban a vivir en casa varias temporadas, como Friends, The Big Bang Theory, The Office o la española Siete vidas. Los gigantes tecnológicos, a pesar de todo el dinero invertido, prefieren dejarse los ahorros en carísimos derechos de viejos éxitos antes que innovar. Quizás, entre las malas noticias y la corrección política, no resulta fácil encontrar motivos para reír. O tal vez, como ocurrió con las telenovelas, solo hay que esperar a la siguiente ola.