El «olonizaje» de Macarena contra Vox

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Julio Muñoz | EFE

23 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Macarena Olona iba a comerse el mundo. Siempre excesiva, tremendista y polémica, la alicantina fue uno de los rostros más reconocibles de Vox durante su ascenso a la tercera posición nominal del sistema de partidos en España.

Popular y populista, la estrella de Olona fulgió como nunca la pasada primavera, cuando se enfundó -a regañadientes, pero con aparente entusiasmo y no pocos atavíos flamencos- el traje de candidata a las elecciones andaluzas. Y luego declinó. Las urnas dijeron que el «olonizaje» no había reportado votos para los de Abascal, condenados a cuatro años de irrelevancia política en uno de sus supuestos bastiones.

Ante ese panorama, ella se borró. Adujo razones de salud para escapar de Sevilla, montó un extraño peregrinaje a Santiago con mucha repercusión en redes sociales, se dejó ver con personajes de otro tiempo y pidió una cumbre con el líder. Surgieron dos preguntas. La primera, ¿quería volver a la primera línea de la política? Sí. La segunda, ¿la iban a acoger de nuevo en Vox? Tras algunos silencios y varios titubeos, le dieron un monumental portazo con «enorme dolor y cariño». Oficialmente lo justificaron con «el daño que se hace al partido a través de ella». ¿Cuál será la verdadera razón? Estén atentos a sus pantallas de televisión y a sus móviles. Macarena Olona alborotará y no se quedará callada. Aunque en realidad casi nunca diga nada más allá de unos cuantos eslóganes.