Griñán y los 680 millones
Que el PSOE pretenda indultar al PSOE no es nada estético, y menos ético. La sentencia del alto tribunal es clara y contundente. El que la hace, la paga; así es para el resto de los mortales. Me acuerdo de lo que dijo el político José Mujica: «Los políticos tenemos que vivir como la mayoría y no como vive la minoría». Y así es: indultar a rebeldes, secesionistas, prevaricadores y malversadores es dar patente de corso a los malhechores, y eso «la gente, los gobernados», como nos llaman ahora, no lo entendemos.
Esas irregularidades, esas ayudas sociolaborales pensadas para «evitar todo control administrativo» (cito sentencia), permitieron permanecer en el poder al partido y, por consiguiente, a los dos ex presidentes condenados, Chaves y Griñán. Alegan que no se llevaron un duro, posiblemente no, pero permitieron a otros que se llevasen 680 millones a destinos indebidos, y eso a sabiendas. Estaría bien que esos miles de indultadores, unas cuatro mil firmas, según cuentan, Felipe González, Zapatero, otros ex ministros, periodistas y demás, hicieran un fondo común y devolvieran los millones dilapidados; tocarían a unos 150.000 euros, cantidad asequible a las economías de los perdonadores. José Ángel Passolas Soberón. Santander.
Entre la Pampa y Australia
Recorrer la vía rápida desde Vilar do Colo hasta Ares y Mugardos se convierte en algo exótico. La abundancia y dominancia de la hierba de la Pampa (Cotaderia selloana), invasora donde las haya —un buen ejemplar puede producir más de un millón de semillas que el viento se encargará de dispersar— es tal que ya está extendiéndose por los alrededores de la carretera. Un poco más alejados, multitud de eucaliptos (Eucaliptus sp) «ventureiros» (no plantados ) crecen rápidamente y son fácil presa de las llamas.
Total, que andamos entre la Pampa y Australia hasta el punto de que llaman la atención las pequeñas agrupaciones de bosque atlántico. Colaboremos en el cuidado y extensión de nuestro paisaje. Y reaccionemos ante la desidia de los responsables de esta situación. Celsa Formoso Martínez.