No hay que bajar la guardia: el virus sigue circulando

Alberto Ruano CATEDRÁTICO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SALUD PÚBLICA DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO

OPINIÓN

19 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Realizar predicciones sobre cómo va a evolucionar la incidencia de covid-19 es difícil y somos conscientes de las equivocaciones flagrantes habidas a lo largo de la pandemia. Cada vez hay menos signos que indiquen que la pandemia sigue entre nosotros. Ausencia de mascarillas, apenas hay noticias en los medios de comunicación y menos contagiados en nuestro entorno. Los datos epidemiológicos invitan al optimismo. A nivel europeo, la tendencia general indica un descenso, tanto en el número de nuevos casos como en el de fallecimientos. Todas las tendencias en mayores de 65 años son mejores en España que otros países de la UE. Solo tres países indican aumentos en los ingresos en uci en las últimas semanas. En España y en mayores de 65 años solo hay una comunidad autónoma que apunta un ligerísimo aumento en el último informe de Sanidad (País Vasco), mientras que las otras permanecen estables o en claro descenso. Los ingresos hospitalarios por 100.000 habitantes presentan una gran variabilidad por comunidades y Galicia tiene la mitad de ingresos que Murcia o Castilla y León, pero el doble que Navarra. En cualquier caso, las tasas son bajas.

Sin embargo, aún no es momento de bajar la guardia. Las grandes diferencias entre países de la UE o entre comunidades indican (como ya sabemos) que una situación epidemiológica buena en un momento dado no garantiza que siga así en el futuro. Hay un importante infradiagnóstico en menores de 60 años y el virus sigue circulando. La vulnerabilidad de los mayores (muchísimo menor tras la vacunación) sigue existiendo y hay riesgo, aunque bajo, de que una persona infectada pueda ser ingresada en una uci o incluso tener un desenlace fatal. Sabemos las precauciones que tenemos que tomar, especialmente si tenemos contacto con personas mayores. Se acaba de aprobar la introducción de la cuarta dosis (con cobertura frente a nuevas variantes del covid-19) en personas mayores de 80 años, como habían recomendado la Agencia Europea del Medicamento y el ECDC. Comenzará el 26 de septiembre y se irá ampliando a los mayores de 60 años. Hay evidencia científica que indica mayor protección frente a infección severa con la cuarta dosis en mayores de 60 años (Ontario, Canadá). Ojalá que el covid-19 haya servido para que este invierno las personas mayores o con otras indicaciones se vacunen frente a la gripe y otros microorganismos como el neumococo, que reducen en gran manera el riesgo de muerte. Los datos indican que la morbilidad (y la mortalidad) que puede causar la próxima temporada de gripe puede ser muy elevada.