Ahora que la pandemia parece estar en declive definitivo, llega la hora de los balances. Y de recordar que en su día se prometió hacer ciertas auditorías para certificar lo que se hizo bien y lo que no. No han tenido lugar y seguramente no se realizarán nunca, o se convertirán en una comisión parlamentaria, en humo y ruido.
Cuando vivíamos pendientes de las tasas de incidencia y los números reproductivos básicos, nos volvimos algo religiosos. Nos encomendábamos a cualquier arma, disposición o medida que aparecía en el horizonte o en el BOE. En ese contexto nació el culto de Radar COVID. Aquella aplicación que iba a darnos alertas de contactos con riesgo era pública. Y fue un fracaso. Una buena idea mal ejecutada. No ayudó con la pandemia y en abril de este año dejó de recibir actualizaciones.
Ahora la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial lanza una nueva aplicación. Se llama Mi carpeta ciudadana, está disponible en las tiendas de Google y Apple y pretende servir de ventanilla única digital para hacer trámites y conseguir información. Está en pruebas y de momento funciona regular, pero se puede consultar los puntos que hay en el carné de conducir y, en teoría, la vida laboral, entre otras cosas. Habrá que seguir su evolución. Y estar atentos a cuando alguna comunidad autónoma haga una propia e incompatible con la estatal.