Pobres chicas Disney

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

Steve Marcus REUTERS

06 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana venía inquietante con la visita de la líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi a Taiwán y el lógico enfado chino al ver que Estados Unidos se saltaba el viejo acuerdo sobre la isla: vosotros no la reconocéis como país, y nosotros nos estamos quietos y tampoco la anexionamos por la fuerza.

Pelosi es la primera autoridad americana de ese nivel que visita la isla en 25 años. Y, claro, los chinos han desplegado su poderoso Ejército Popular de Liberación para demostrar a los americanos y a la OTAN de cuánto son capaces. Hay quien piensa que ese era, precisamente, el objetivo de una provocación tan innecesaria a la que los chinos tendrían que reaccionar: forzarles a exhibir qué saben hacer con la gigantesca cacharrería de aviones, portaviones y munición acumulada a lo largo de los últimos años. Que tengan más barcos que nadie no significa que acierten a coordinarlos con el resto del ejército.

Lo de Pelosi en Taiwán fue un visto y no visto que dejó a su paso un show de misiles y cazas sobre el estrecho, para que los Estados Unidos tomaran nota. Parece improbable que los chinos vayan mucho más allá, quizá porque todavía no están completamente seguros de su ejército.

Así que la semana parecía ya salvada, pero… llegó Demi Lovato, la ex chica Disney —pobres chicas Disney— y decidió que se sentía más femenina esta temporada y que recupera sus pronombres de mujer sin abandonar los masculinos. Ya se le puede volver a tratar de «ella» sin problemas, porque dice que se percibe «muy fluida». Esta noticia puede encender una guerra peor que la de Taiwán. O puede ayudar a desacelerar el incremento alarmante del número de niñas que se consideran niños.