Necesitamos que nos convenzan para ir a votar

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

Alonso Cupul | EFE

30 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Convencer para ir a votar

Desde hace un tiempo observamos cómo en los países democráticos crece el número de abstenciones en las distintas convocatorias electorales. España no se sustrae a esta situación, en particular en el colectivo de jóvenes que «pasan» de ir a las urnas. En algunos países, como Bélgica, Argentina y Australia, entre otros, el voto es obligatorio, e incluso con sanción económica. Pero, ¿esta es la solución?

Convencer, no imponer, constituye el camino para hacer ver y sentir que la participación en las elecciones sirve para mejorar el día a día de la ciudadanía resolviendo sus demandas. La clase política está demostrando, en cada legislatura, que la mejoría del bienestar social subyace en el pasado. Siguen aferrados a una forma política disuasiva para los ciudadanos. Necesitamos otra forma de hacer política, con acuerdos entre nuestros líderes para sacarnos de la pobreza y el hambre.

El futuro más inmediato no es nada halagüeño para dar resolución a las demandas sociales; los datos del propio Ejecutivo central para el 2023 así lo manifiestan en sus previsiones. La brecha abierta entre la clase política y la ciudadanía tiene el riesgo de aumentar si continuamos, en los parlamentos central y autonómicos, con el clásico enfrentamiento entre los bloques de derechas e izquierdas. ¿Acaso quieren correr el riego, como ha acontecido en Túnez, que solo el 27,5 % del electorado participó en la votaciones para la nueva constitución?

Reflexionen y mediten en estas vacaciones, y vuelvan a sus escaños con nuevas energías para transformar la forma de hacer política, con perspectivas de tener un futuro mejor para estos sufridos ciudadanos españoles. Por favor dejen atrás el «y tú más», para cambiarlo por «contigo más». Pedro Marín Usón.

 El fuego se apaga en invierno

Mi abuelo, agricultor, ganadero y pequeño propietario de bosques en la Ribera del Duero, siempre repetía la misma frase: «El fuego se apaga en invierno». Insistía cada año en ella para evitar posibles problemas durante el verano en las múltiples riberas y en los pequeños bosques poblados principalmente de pinos resineros.

Es un hecho que en los lugares en los que el pastoreo trasiega los rebaños de ovejas y cabras se produce una limpieza de la biomasa vegetal que, de no hacerse, con la llegada de la estación seca se convierte en una capa de combustible lista para arder y terminar devorando miles de hectáreas. Cabe tener en cuenta que las cabras y ovejas adultas pueden consumir de 2 a 3 kilogramos de materia seca diaria (matorral y especies leñosas).

El pastoreo no es que sea la mejor forma de prevenir incendios, sino que es la más sostenible: favorece la biodiversidad, contribuye a la dispersión de semillas, mejora la estructura del suelo y reduce la erosión y la desertización. Es vital que durante todo el año se adopten medidas preventivas implicando a todos los segmentos de la sociedad. Jesús Domingo Martínez.

La corrupción no tiene padres 

Con los deberes democráticos cumplidos, empezó a funcionar toda la maquinaria de la corrupción. Partidos políticos y sindicatos se acostumbraron a disponer de grandes cantidades de los impuestos de los ciudadanos, siendo dirigidos por personas que se metían en la política, y se siguen metiendo, sin ningún escrúpulo.

La corrupción existe y seguirá existiendo en todos los países del mundo, por estar en la ambición humana llevarse el dinero ajeno. La corrupción nace de la base de los políticos, los sindicatos, la justicia y los empresarios. Los ERE de Andalucía han sido una pirámide de corrupción institucional del régimen socialista desde que empezó la democracia. El clan Pujol es el centro de una amplia red de saqueos organizados desde la Generalitat catalana. Pero lo más grave es que revela un estado de cosas que hemos consentido todos.

La corrupción se puede reducir de varias maneras: la primera reduciendo al 70 % el número de políticos. La segunda: mejorar el sistema judicial, una justicia lenta no es justa, y la que tenemos está paralizada. Y la tercera, y creo que es la solución más importante, pasa por reducir el poder de los políticos y funcionarios. Si tienen menos poder sobre nuestras vidas y nuestro dinero, los ambiciosos y avariciosos abandonarán el servicio público. Si los españoles no nos damos cuenta de todo esto es que somos poco lúcidos. Máximo de la Peña Bermejo.

 Cansado

Estou cansado de entender ao outro e aos demais. Estou cansado de saber esperar a miña quenda na ringleira, sen alterarme nin meter o cóbado para acabar antes. Estou cansado de cumprir coas normas que nos pertencen a todos, mentres outros interpretan que esas mesmas normas non son da súa correspondencia. Estou cansado de dar o bo día cada día e de que ninguén me responda. Estou cansado de pensar no outro antes de dicir calquera posible estupidez que lle poida causar algún tipo de dano, cando o outro se sente co dereito a dicirme a min calquera estupidez aínda que me poida facer dano. Estou cansado de escoitar o eu unha e outra vez. Estou cansado de ser quen ceda sempre o paso na entrada. Que foi da educación, da empatía e, sobre todo, da humanidade? Manuel I. Nanín. O Carballiño.