Pontón propone y Rueda recela
Después de varios meses de espera, Alfonso Rueda será recibido en Moncloa por Pedro Sánchez hoy. Llama la atención el cambio de actitud de la oposición en el Gobierno gallego. Si estas visitas eran criticadas de raíz, a pesar de que las propuestas eran coherentes y beneficiosas para Galicia, en esta ocasión sucede todo lo contrario. Es sorprendente la actitud de Ana Pontón: aparte de su conformidad a las peticiones que presenta el presidente Rueda, elaboró una carta con demandas que ella cataloga de «más ambiciosas». Entre ellas incluye la petición de declarar zona catastrófica todos los lugares más castigados por los incendios, transferencias en la competencia de formación sanitaria y una comisión mixta Xunta-Estado para la repercusión de los beneficios de la producción eléctrica en Galicia.
Califico de ejemplar la actitud de Ana Pontón. Tiene mucho valor y trascendencia proponer, en una reunión con el presidente Pedro Sánchez, la defensa de estas peticiones conjuntas que representan a distintas ideologías del pueblo gallego. Confiemos que el recelo de Alfonso Rueda se disipe e incluya en su cartera las propuestas de Ana Pontón.
Espero que se equivoque Valentín González Formoso con su frase: «La solución de los problemas de Galicia no pasa por Moncloa, sino por la Xunta», y que estas solicitudes traspasen nuestras fronteras. Vicente Fernández Iglesias. O Vicedo.
Legado fallido
Nuestro entorno natural es un legado fallido, basta con observar cualquier zona geográfica en Galicia y podremos ver su deterioro en términos generales. El territorio que he contemplado a lo largo de mi vida es el de Coruña y Ferrol. Se ha convertido en un bosque incontrolado: han desaparecido las praderas, los animales, las riberas de los ríos, y la sinergia entre el monte y el ganado y las labores agrícolas. Me sorprende que no se hable de ello con gran preocupación, y que solo nos inquiete cuando el fuego llama a nuestra puerta. Se trata de una consecuencia lógica de la biomasa acumulada en años y del abandono de las explotaciones.
El campo no es rentable, no cabe duda, pero el paisaje, la seguridad, el equilibrio natural, la reducción de nuestra huella de carbono, sí lo son. No podemos permitir que desaparezca el sector primario si no queremos sufrir las consecuencias. Tenemos que apostar por una producción agrícola, pecuaria, y silvícola controlada y sostenible, que nos permita poder recuperar todo aquello que hemos dañado en estos años. José Luis Castro-Feijoo. A Coruña.
¿Podremos comer tortilla de patata?
Una de las comidas tradicionales de la gastronomía española es la tortilla de patata. La inflación ha afectado a todos aquellos alimentos que contengan huevo. Según el INE, los huevos han subido un 23,9 % en los últimos doce meses, y desde mayo, un 18,8 %. Estos indicadores, que están muy por encima de la inflación media en nuestro país, son debidos a los incrementos de: cereales, envases, luz y carburantes. Unas de las más afectadas son las granjas avícolas.
España es conocida por su cultura, su buen clima y su gastronomía. Los turistas conocen muy bien nuestra tortilla de patata, siendo uno de los productos de referencia que forman parte de la marca de nuestro país. Sin duda, si nos cambian hasta la tortilla de patata, en verdad estamos sufriendo una transformación que, de momento, es mucho menos divertida y socializadora. Podremos movernos desde casa en las distintas actividades a través de internet, pero que no nos quiten nuestra caña con el pincho de tortilla. Pedro Marín Usón.
No queremos ver la solución
No sé cuantos años llevamos peleando con la plaga de incendios que asolan nuestras tierras. Lo que sí está claro es que nadie ha hecho nada y toda la culpa se la llevan los agricultores y ganaderos por no limpiar el monte. Existen formas de trabajo que resultan más beneficiosas para contribuir a las medidas antiincendios, que las que existen ahora que son muchos más industriales. Una de las opciones que se utilizan es el ganado, una solución más adecuada y ecológica, ya que comen todo aquel combustible que se quema y respetan el medio ambiente. Tendríamos que defenderlo como un artilugio, pero ni a eso llegamos. Andrés Nidáguila Casal. Pontedeume.