Londres y los «tories» arden

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

JONATHAN HORDLE / ITV / HANDOUT | EFE

20 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Londres está que arde, literal y metafóricamente. Cuando la ola de calor que lleva azotando a la península ibérica, Galicia incluida, y a toda la Europa meridional empieza a golpear con máxima crudeza a la «pérfida Albión» hasta alcanzar unos inauditos 40º C, los gabinetes de los candidatos a suceder a Boris Johnson en el liderazgo del partido conservador y, como consecuencia, a ocupar el cargo de primer ministro no tienen mejor temperatura. De los inicialmente 8 candidatos con más potencial, solo han quedado 5 con posibilidades, siendo Rishi Sunak, el exministro de Finanzas que sacudió el tablero al renunciar primero a su cargo para forzar la dimisión de Boris Johnson, el mejor posicionado. Está casado con Ashkata Murty, la hija del dueño de una de las cinco mayores fortunas de la India, quien para evitar pagar los elevados impuestos británicos utilizó una argucia legal muy cuestionada por la opinión pública durante meses. La participación de Sunak en las fiestas organizadas en Downing Street en pleno confinamiento, también le granjeó una gran cantidad de críticas.

No obstante, la relevancia de Sunak quedó de manifiesto en el debate televisado del pasado domingo, ya que los otros cuatro contendientes no dejaron de atacarle, sobre todo, en relación a su política impositiva. Penny Mordaunt le sigue muy de cerca. Frente a las credenciales elitistas de Sunak, Mordaunt tiene un bagaje familiar más modesto y aunque no tiene tanta experiencia en altos cargos ministeriales tampoco ha estado involucrada en ningún escándalo, por lo que es una rival a temer. Aunque todo es posible en la política británica.

En cualquier caso, el gran momento de esa retransmisión tuvo lugar cuando la presentadora preguntó a los políticos si alguno incorporaría a Boris Jonhson a su gabinete y ninguno alzó la mano. Está claro que el premier saliente pasará a la historia, además de por haber faltado a la verdad, por su fulgurante descenso a los infiernos del ostracismo.