O galego: «dialecto inservible»

Cartas al director
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OPINIÓN

Sandra Alonso

17 jul 2022 . Actualizado a las 12:49 h.

Desprezo polo galego. ¡Con isto nos topamos!

Entrou na libraría preguntando «si sabíamos de algún lugar en Carballiño dónde vendieran algún tipo de cedé con música para niños». Dixémoslle que «no sabíamos dónde, pero que nosotros sí vendíamos libros con cedés y con ese tipo de canciones para niños. Pero que los que teníamos ahora estaban cantados en gallego». A resposta foi, amosando cos seus xestos algo máis que repulsa, que «en ese dialecto no quería nada». Preguntándolle eu que por que consideraba el gallego un dialecto, respondeume que «era una lengua que no servía para nada y que fuera de Galicia ni los perros la llegarían a entender». Co que me sentín ofendido. E xa falando só en galego pedinlle respecto pola lingua que, entre outros moitos valores, falan e me transmitiron meus pais. Non gustándolle nada o que lle acababa de dicir, pois ao momento apartou a vista da miña, facendo un aceno moi feo. Despois pregunteille se era galega. Sen conseguir ningún tipo de resposta. E cun moi explícito sorriso de desprezo, deu a volta e marchou. Manuel I.Nanín. Carballiño.

Feijoo, Ayuso ya va a por ti

Sánchez ha criticado que Ayuso dé becas a familias con más de cien mil euros. Ayuso se ha revuelto como una víbora, acusándole de «azuzar un falso debate entre ricos y pobres» y «fomentar una pretendida lucha de clases», como si ella no lo estuviera haciendo de hecho, al regalar nuestro dinero a quien no lo necesita. Su ferocidad se explica porque, en realidad, ella apunta más alto en su jerarquía partidista, ya que al que primero tiene que vencer es a un Feijoo que también ha dicho lo evidente: las becas de Ayuso suscitaban «una razonable discusión». Pero ella aún no tiene poder para atacarle de frente; tampoco tiene mucho tiempo para hacerlo, antes de que la juzguen por corrupción. Ojo, pues, Feijoo, ten más cuidado. Josefa Ortega Oliar. Madrid.

¿Por qué no nos extinguimos?

Según los científicos, nuestro planeta nació hace unos 4.500 millones de años. El hombre moderno solo lleva en la Tierra unos 300.000 años. Por simplificar, es como decir que si la Tierra tuviera un año de edad, el hombre la habría habitado desde hace tan solo 35 minutos. Y el último siglo, desde la revolución industrial, no llega a durar un segundo entero de ese año. Un segundo es el tiempo que el hombre ha tardado en poner en peligro la vida en el planeta, actuando de forma irresponsable con el medio ambiente: contaminando los ríos, llenando la atmósfera de gases nocivos, acumulando basura en los océanos, talando los bosques...

En los últimos años empieza a existir en nuestra sociedad una mayor concienciación sobre la importancia de cambiar la forma en que hacemos las cosas: reducir el uso del plástico, separar y reciclar la basura, reutilizar las bolsas del supermercado, gastar menos agua, utilizar el transporte público, etcétera. Todo esto, y otra multitud de pequeños gestos que podemos hacer, redundará en dejar un mejor lugar a nuestros hijos y a nuestros nietos.

La alternativa podría ser extinguirnos como especie. No estaría mal del todo. La Tierra no tardaría en regenerarse y volver a florecer, como ya ha hecho otras tantas veces. El hombre habría sido, entonces, solo un mal rato para nuestro querido planeta. Marta Vello. Vigo