Varios consejeros de Sanidad han elaborado un documento con propuestas para mejorar la Atención Primaria. Por lo que se ha sabido, dos propuestas medulares serían ampliar el número de plazas mir de medicina de familia y crear una nueva especialidad: la medicina de urgencias. Ambas adolecen de un problema esencial, sus efectos no empezarían a verse hasta dentro de cinco años.
No ha trascendido ningún tipo de análisis numérico. Según la página web del Ministerio de Sanidad, en España el número de médicos en equipos de atención primaria es de 36.259, habiendo otros 6.450 en «otras actividades», que no se especifican (tal vez se refiere a pediatría y urgencias extrahospitalarias). La población española actual es de 46.700.000, de los que poco más de 6.000.000 están en edad pediátrica, restando 40.000.000 de adultos. Se podría convenir que, para mejorar la atención primaria, cada facultativo no tuviera asignadas más de 1.000 personas, lo que supondría crecer en un período de cinco a ocho años hasta llegar a 40.000 o 42.000 médicos de familia. En ese período está prevista la baja de algo mas del 30 %, unos 12.000 (jubilación y otros).
En consecuencia, el sistema debe contemplar la incorporación de, al menos, 16.000 nuevos médicos de familia en un período máximo de ocho años, es decir, entre 2.000 y 3.500 anuales. Este año se han convocado 2.350 plazas de médicos de familia, quedando desiertas en torno a 200. Se precisa por tanto, aumentar la capacidad formativa.
Por otra parte, el número de especialistas hospitalarios ha crecido ininterrumpidamente no menos de un 33 % desde el 2007, llegando a 71.000 según el Ministerio de Sanidad (otras fuentes lo elevan a 80.000). Un 20 % de ellos tienen más de 59 años. En este ejercicio se han convocado unas 5.700 plazas mir de especialidades hospitalarias, lo que excede holgadamente la tasa de simple reposición, entre 2.000 y 2.500 al año.
Tres cuestiones: ¿Seguirán aumentando indefinidamente los especialistas hospitalarios, mas allá de la tasa de reposición? ¿Van a competir otros especialistas con los médicos de familia por las plazas de urgencia hospitalaria? ¿Es intrínsecamente necesaria la especialidad de medicina de urgencias o se propone políticamente ahora por mero tacticismo?
La contestación a todas estas preguntas condiciona la cuantía de médicos de familia anualmente necesarios a añadir a los 2.000-3.500 antes estimados.
Pero el interrogante del millón sería: ¿Qué se hace con la atención primaria mientras van saliendo esas promociones reforzadas de medicina de familia o los nuevos especialistas en medicina de urgencias? La respuesta resulta vital para muchos profesionales.