El nuevo y asfaltado Camino Inglés
Soy un simple peregrino, de la Comunidad Valenciana, que está realizando el Camino de Santiago por el asfaltado Camino Inglés. Fijaros lo asfaltado que está que ayer mismo se me pegaba en la suela de las zapatillas el asfalto barato con el que han reformado esta antigua ruta. No me explico como las organizaciones ecologistas gallegas no han puesto el grito en el cielo. Muchos lugareños de la zona de Betanzos y Bruma consideran que se ha malogrado el Camino Inglés.
El expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se ha lucido con el asfalto barato que han utilizado para echar a perder uno de los caminos más bonitos que existían. Joaquín Colomé Latorre.
Contrapesos institucionales
Lo que Ione Belarra y Pablo Iglesias llaman «conspiración» son contrapesos institucionales. Pablo Iglesias no los acepta; ni tan siquiera el fundamental en una democracia, el periodismo libre. Está también el contrapeso de los jueces y magistrados. Acaba de saberse que la ministra Irene Montero rechaza todas las observaciones que el Consejo de Estado ha formulado a su anteproyecto de ley trans. Una de esas observaciones se refiere al control de los medios de comunicación, a los que Irene Montero quiere poner límites eliminando contenidos que no respeten su ley. El Consejo de Estado, presidido por María Teresa Fernández de la Vega, quien formó parte del Gobierno de Zapatero, le ha dicho que tal control es imposible.
Todo esto me recuerda también aquel momento en el que Pablo Iglesias impidió que la Cadena Ser celebrase un debate electoral. Así volvió a dejar claro la importancia que tiene del contrapeso fundamental de la democracia, el periodismo libre. Porque si hay periodismo sin censuras previas ni cierres de medios de comunicación al estilo venezolano o nicaragüense, los ciudadanos podemos elegir en libertad, sabiendo con quién nos jugamos nuestro dinero. José Luis Gardón. Madrid.
Hostelería: más salarios y menores precios
Un sector tan castigado por la pandemia como la hostelería, y a las puertas de una previsible crisis económica, debería hacer una reflexión sobre posibles cambios a incorporar cuanto antes. El más importante sería su profesionalización. Tiene que apostar por la concreción de horarios en cada establecimiento. Esta medida ayudaría a incrementar la eficiencia energética y a ahorrar los costes de luz y gas, además de incidir en la salud física y psíquica de los trabajadores. Tengamos en cuenta que cada vez es más difícil encontrar empleados en este sector debido, principalmente, a las condiciones laborales.
Otro cambio importante estaría relacionado con la subida de precios que constatamos en casi todos los productos. Tenemos que ser conscientes de que no podemos repercutir todo el alza en el cliente final porque no se puede ahogar más al consumidor. Mejor asumir ese coste por parte de las empresas y lograr así mantener activos los locales, evitando su cierre. Es obvio que la hostelería está muy débil, y tomar estas medidas resulta muy complicado, pero de no hacerlo solo sobrevivirán los negocios más fuertes económicamente. Emilio J. Ares Vázquez.
LGTBI: orgullosos todos los días
El respeto hacia el colectivo LGTBI debe ser innato en una sociedad como la nuestra, que se considera democrática y de derecho. No obstante hay que matizar que la realidad es totalmente distinta. Los gais, transexuales, lesbianas y bisexuales en España sufren agresiones cada día de cada mes. La realidad se encuentra fuera de este espejismo de arcoíris que es utilizado por muchos para festejar obviando los derechos por los que luchan.
Los insultos susurrados, las risitas y las agresiones gratuitas e intolerables hacia ellos, no pueden ni deben tolerarse. La intransigencia que presiona cada día a este colectivo no refleja el sentimiento de una ciudadanía cada vez más sensibilizada, que apoya la igualdad y respeta la diversidad. Óscar Castillo Fernández. Ourense.
El «hándicap» de ser mujer
Durante un viaje oficial a Nueva York, la ministra de Igualdad Irene Montero se reunió con representantes de organizaciones políticas y de la ONU. En un momento de laxitud, se hizo una foto con sus colaboradoras en Times Square. La inocente instantánea de cuatro mujeres jóvenes sonriendo, ha sido objeto de polémica e insultos y usada para su desprestigio y como ariete para atacar al Gobierno. Si en lugar de ellas, progresistas, en la foto hubieran posado hombres de derechas, ¿habría polémica?
Al observar estos sucesos puede verse abierta todavía esa brecha que sufren muchas mujeres que tienen el mismo derecho a ocupar el poder. Miguel Fernández-Palacios Gordon. Madrid.