Ponme lo que quieras, Netflix

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Antonio Vega, en un concierto en Vigo en el año 2001
Antonio Vega, en un concierto en Vigo en el año 2001 Oscar Vázquez

24 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alguien en Netflix pensó que era buena idea poner un botón virtual para entregar el poder absoluto de nuestras pantallas al algoritmo y mostrar «cualquier cosa». Ese modo aleatorio llegó en el año 2021. Y aún sobrevive. Aunque lo han rebautizado, con acierto. Ahora se llama «sorpréndeme». ¿Para qué sirve? Para que las plataformas se parezcan cada día más a la tele de toda la vida, pero de pago.

El usuario ya no es el protagonista absoluto, el sujeto activo, que prima la calidad y la libertad de ver los contenidos que le interesen a la hora que le venga bien. La capacidad de elegir ha perdido importancia en favor del clásico «me tumbo a ver lo que me echen». Pueden ser maratones de autoproclamadas princesas del pueblo, bucles con los profetas gemelos del pladur, siete telenovelas turcas o quince películas de dinosaurios. Con las nuevas tecnologías, la capacidad de entretenerse sin esfuerzo aumenta hasta el infinito y más allá. No hace falta ni mando a distancia. Se le da una voz a Alexa o a otro asistente virtual y se le dice «ponme lo que quieras».

Es curioso y humano. Hay mucha oferta de series y películas. Nos abruma. Y nos conformamos. ¿Para qué buscar información y elegir, por ejemplo, ver el fantástico documental sobre Antonio Vega que el miércoles programó La 2 y fue trending topic ayer?