El bienestar y la doctrina

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Sánchez y Feijoo se saludan en el Senado
Sánchez y Feijoo se saludan en el Senado FERNANDO ALVARADO | EFE

10 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En lo más duro de la pandemia, cuando los colegios estaban cerrados a cal y canto y lo más parecido a una clase era un Zoom, alguien con mando en plaza en San Francisco (el de Estados Unidos, no el de Ourense) lanzó una campaña para rebautizar escuelas que tenían «nombres problemáticos». Metió en esa lista dos centros llamados Abraham Lincoln o George Washington. Y se lio parda. Con razón. La propuesta era tan inoportuna (la prioridad es la enseñanza) como ridícula. Era una batalla ideológica pretenciosa.

El prestigioso y polémico pensador Steven Pinker recuperaba esta historia hace unos días en Twitter, vinculada a varios reveses de los demócratas estadounidenses en territorio afín. La usaba como muleta para advertir de que es un error mayúsculo anteponer la doctrina al bienestar ciudadano. Tiene sentido. Y más en estos tiempos convulsos en los que se conjura en voz alta el fantasma de una recesión.

¿Podemos aplicar esa reflexión en España? Por lo visto en el duelo parlamentario entre Sánchez y Feijoo (ambos líderes pragmáticos y versátiles), estamos en esa senda. Aquí las batallas ideológicas ridículas las dan tanto la izquierda como la derecha. El último ejemplo lo dio Ayuso. Puso el grito en el cielo y en las redes por un adoctrinamiento «sanchista» en libros de texto. Ordenó una investigación. Y no halló nada. ¿Era prioritario? ¿Para quién?