Las caídas en picado de las criptomonedas en los últimos días han demostrado una realidad que para los educadores financieros es palpable desde que nacieron, pero que quizá no lo es tanto para el público general. La subida de tipos de la Reserva Federal al 8,3 %, en un intento de frenar la inflación en EE.UU. es solo la punta del iceberg al que la caída de Terra —cripto con equivalencia de dólar— no ha ayudado más que a crear mayor incertidumbre en un mercado ya de por sí muy desestabilizado.
Tenemos que partir de la base de que las reglas del juego de las criptodivisas no son las del dinero de uso corriente, avalado por el banco central y garantizado por un sistema financiero que no utiliza la tecnología blockchain. Quizá el error más frecuente es precisamente tratar una criptomoneda como una divisa más dentro de nuestro sistema financiero y no como un activo de inversión de alto riesgo, que es su verdadera naturaleza.
Las caídas de las altcoins, es decir, monedas que no son estables como Solana o Cardano, han mostrado que llegar al valor cero es una realidad posible que terminaría haciéndolas desaparecer en un ecosistema donde solo las más fuertes, como Bitcoin o Etherum, podrían sobrevivir con caídas más controladas. Los pronósticos menos optimistas sitúan la caída del valor de Bitcoin en 17.000 dólares, pero las remontadas de esta cripto son también un motivo para pensar que la recuperación es más que probable.
Y parece que la gran pregunta sigue siendo: ¿invertir o no invertir en criptomonedas? La respuesta no es única, pero sí que es sencilla: sí, siempre que se tengan los conocimientos para entender su comportamiento, evaluar sus riesgos y asumir la ausencia de garantías. ¿Puedo bucear a 100 metros de profundidad? Sí, siempre y cuando cuente con la certificación y el conocimiento necesario. Ese es el trabajo que promovemos desde nuestra asociación, divulgar y enseñar a comportarnos financieramente.
España está en el top 5 mundial de compra de este activo, una posición relevante y que ya ha conseguido un club de inversores de 300.000 millones en todo el mundo. Con el nivel de educación financiera de nuestro país, invertir en cripto es un riesgo que debería evaluarse con conocimiento y no ser seguido por modas o tendencias. Y algo muy español también, que nos aleja de las finanzas responsables, el clásico pelotazo, ahora tiene un amigo en las criptomonedas.
Es fundamental acercarse a este mundo desde la información y para ello necesitamos formarnos, un gap que tenemos en los programas de educación en nuestro país, que es la razón de nuestro trabajo. Santiago será la capital mundial de la educación financiera el próximo 7 de junio, donde las criptomonedas serán uno de los temas centrales a tratar. Aprender a invertir en activos digitales es sin duda una competencia más que interesante de cara al futuro próximo y al funcionamiento de un mercado que cada vez tiene más peso. Si queremos una sociedad que evolucione, financieramente hablando, aprender es la única vía para conseguir acercarnos con éxito a un mundo que no solo es apasionante, sino que puede ayudarnos a mejorar mucho nuestra calidad de vida presente y, sobre todo, futura.