Sí, porque la regla puede ser incapacitante

Isabel Vielsa DIRECTORA MÉDICA DE CLÍNICAS EVA

OPINIÓN

22 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la primera vez que un país europeo regula el derecho de una mujer que sufre reglas muy dolorosas a cogerse una baja laboral. Serán los médicos de cabecera quienes decidan si procede o no dicha baja y por cuántos días, con la información ginecológica previa.

La medida ha suscitado una polémica sociopolítica que parece estar obviando una realidad médica. Esta realidad es que la regla puede doler y cuando duele puede hacerlo a unos niveles que resulten incapacitantes, sin que el origen sea la existencia de una patología.

El motivo se relaciona con el exceso de producción de las prostaglandinas, unas hormonas que provocan contracciones en el útero cuando este libera cada mes el recubrimiento interno que va preparando para que anide en él un óvulo fecundado. Es decir, mientras se prepara para su función fisiológica: albergar un bebé. Cuando la fecundación no se produce, el tejido uterino sale por la vagina en forma de sangre, a lo que llamamos menstruación, o coloquialmente regla o período.

El dolor antes mencionado se conoce como dismenorrea y puede aparecer antes y durante el sangrado. Se irradia desde la pelvis a la zona lumbar e incluso a las piernas. Puede ir acompañado de malestar general, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, mareos o irritabilidad.

Todo ello puede derivar en un cuadro incapacitante que deja a la mujer postrada y que, de repetirse cada mes, puede ser también motivo de ansiedad y de malestar emocional.

A esta dismenorrea primaria, se suma la secundaria, a la que nos referimos cuando el dolor se produce por problema ginecológico. Aunque ahora ya parece ser más conocida, la endometriosis, a la que se ha llegado a llamar el mal femenino silencioso, produce un dolor que inmoviliza y, en definitiva, merma la calidad de vida de quienes la padecen.

La endometriosis, el crecimiento del tejido endometrial fuera del útero, produce dolor pélvico y abdominal y reglas intensas que requieren un tratamiento con analgésicos y también anticonceptivos.

La regla puede ser también dolorosa en caso de adenomiosis, de miomas o pólipos uterinos, enfermedad inflamatoria pélvica o quistes ováricos. Aquí el dolor puede persistir incluso una vez finalizado el período. No podemos, por lo tanto, hablar de regla sino de reglas. Para cada mujer la menstruación es distinta y puede serlo incluso cada mes, según otros factores de salud relacionados. Mi recomendación es favorable, por lo tanto, a esa baja laboral, que, además, ayudará a visibilizar estos problemas de salud femeninos, de los que tanto se habla, pero de los que tan poco se conoce.