Chanel pagó los platos rotos de un arbitraje embarullado al término del Benidorm Fest. Ahora, con la medalla de bronce de Eurovisión en el bolsillo, regresa del frente convertida en Chanel de España y en la versión festivalera del gol de Iniesta, el pegamento que une a los pueblos. Ayer, en la rueda de prensa triunfal con la que TVE la agasajó, se revistió de carácter casi solemne la lectura en directo del bando de la casa real. «Señora doña Chanel Terrero Martínez», encabezaban los reyes su misiva, para después felicitarla como corresponde, tratándola de tú.
A día de hoy, según el INE, hay 143 mujeres en España que se llaman Chanel, pero seguro que después del fervor de su gesta europea esa cifra crecerá, igual que hay 38 Khaleesis y 20 Beyoncés nacidas de la fascinación por un personaje.
La final no ha sido aún el final de Eurovisión 2022, que ahora vive pendiente de las sospechas en torno al recuento de votos de los jurados de algunos países. Nada puede cambiar el apabullante triunfo del voto emocional a Ucrania, pero para las naciones que han sido cuestionadas es importante que conste a quién puntuaron en realidad. El poder de Eurovisión puede dar y quitar amigos. Tirando de calculadora, aún quedan posibilidades de que Chanel acabe siendo secondary y España, si la guerra no cesa, tenga que albergar el festival el año que viene.