Malas hierbas
A estas alturas creo que no hay nadie que no sea consciente del problema que suponen y que pueden suponer determinadas especies vegetales invasoras. Es patente la dispersión y colonización de algunas, como por ejemplo el llamado plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), que invade grandes superficies en toda Galicia de descampados y polígonos industriales, así como vías de comunicación.
No es la única, hoy en día tenemos multitud de especies potencialmente invasoras y sería largo hacer aquí una relación exhaustiva. Un ejemplo más es la conocida como siempreviva del Cabo (Helichrysium petiolare), que está colonizando grandes superficies de la costa ártabra con una voracidad de la que no se salvan ni los tojos (Ulex europaeus).
Lo sorprendente es que parece que el único que no es consciente o no se quiere dar por enterado es el Servicio de Medio Ambiente de la Xunta. No es solo que no las esté erradicando, sino que ni tan siquiera hay una estrategia o protocolo frente a este problema. Lo mínimo exigible sería tener una catalogación de especies potencialmente peligrosas, delimitar y cartografiar las zonas expuestas y establecer un plan de contingencia con la implicación de ayuntamientos, asociaciones ciudadanas, sociedades conservacionistas y empresas concesionarias de servicios públicos. No hay que olvidar que fue Audasa, como gestora de la Autopista del Atlántico, la que posibilitó la dispersión del plumero de la Pampa de norte a sur de Galicia, y que, por tanto, alguna responsabilidad, aunque sea moral, tiene en este problema. También habría que establecer colaboración con Adif, como gestora de las infraestructuras ferroviarias, pues el tren, junto la autopista, son los dos principales vectores de dispersión de esta planta.
La inacción en este terreno no solo es reprochable en cuanto a la conservación y salud de nuestros ecosistemas, sino que cada día que pasa la solución será más cara y difícil. Elisa García Rivas.
La dama y el vagabundo
La dama y el vagabundo es un clásico y entrañable dibujo animado que a nadie deja indiferente. Reina es una perrita de clase alta, dulce, obediente, acostumbrada a todo lo mejor, es el juguete de la familia, que jamás se saldrá de la línea marcada, llena de educación y saber estar. Golfo es la noche comparada con la cocker spaniel, desvergonzado, sin ética, trasnochador, intrépido, alejado de las reglas establecidas, insolente y maleducado. Ahora, imaginemos estos caracteres tan opuestos con los acontecimientos tan recientes que afectan a dos damas, que bien podrían llamarse Paz y Margarita, y los maleducados, altaneros, intensos, cansinos e infinitos individuos con los que han tenido que tratar estas dos últimas jornadas, cuales golfos, dispuestos a socavar un Estado originando un golpe político de imaginables consecuencias jurídicas para algunos ya juzgados, condenados y.... perdonados. Entonces entenderemos por qué la bella película animada de 1955 nunca pasará de moda, ni aún estando en el 2022, pues el rodaje del mal jamás descansa la claqueta. Verónica Montes Santiso. A Coruña.
Un partido y la vida
Un partido de fútbol puede contener todas las ironías de esta vida y convertirse en una metáfora sin igual de la misma. Javier Sanz Gómez. A Coruña.
Fútbol femenino
Las 90.000 personas llenando el Camp Nou han abierto el debate sobre el fútbol femenino, que se encuentra en un punto de inflexión: clubes masculinos, patrocinadores e inversores están echándole el ojo a este fenómeno que empieza a mover masas. ¿Seguirán pensando lo mismo los haters del fútbol femenino? Jorge Pérez Santana. Cardones (Las Palmas).
Roe contra Wade
A principios de semana se filtró un borrador del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el que se plantea derogar la vigente ley del aborto. Mediante argumentos retrógrados que parecen sacados del siglo XVIII, el máximo órgano judicial estadounidense pretende eliminar algo fundamental como es el derecho de una mujer a elegir sobre sus derechos reproductivos. No me extraña esta decisión proveniente de un organismo formado casi en su totalidad por hombres y de ideología conservadora.
Nadie debería tener derecho a intervenir en la decisión de embarazo de una mujer. La sentencia aún no es definitiva, pero, si saliera adelante, significaría un profundo cambio en Estados Unidos. Un pequeño paso para el Supremo, pero un gran paso atrás para las mujeres de ese país. Jaime Serrano Sánchez. Zaragoza.