Agregación de individualidades

OPINIÓN

Sandra Alonso

02 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los recuerdos de infancia que tengo más nítido es el de aquellos anuncios del «aunque usted pueda pagarlo, España no puede». Era la crisis del petróleo de 1973. Pues bien, la historia vuelve a repetirse. Tanto entonces como ahora hay una motivación doble: la económica, sin duda alguna, pero también está la cuestión medioambiental. Y tanto en la una como en la otra somos bastante hipócritas o, si prefieren un calificativo más suave, incoherentes. 

Conviene tener claras algunas cuestiones: el buenismo no resulta operativo, el corto plazo suele hipotecar el medio y largo plazo, no hay comportamiento ético sin coste para el sujeto, las autoridades tienen que transmitir a la ciudadanía mensajes claros y no obviar las dificultades, la ejemplaridad a todos los niveles es trascendental.

Dicho esto, para paliar en el corto plazo las dos crisis a las que nos enfrentamos, la energética y la ecológica, solo cabe reducir el consumo de energía. Y esto es una responsabilidad compartida: el problema de este tipo de crisis es que, tanto en su génesis como en su solución, son el resultado de una agregación de individualidades. Por eso hay que repetir lo de «aunque usted pueda pagarlo, España no puede», porque hay que apelar a la conciencia individual y motivarla para que tome decisiones basadas en el bien común, que es un concepto tan etéreo como absolutamente necesario para una convivencia armónica.