La biblioteca de Emilia Pardo Bazán

José María Paz Gago CATEDRÁTICO DE TEORÍA DA LITERATURA E LITERATURA COMPARADA (UDC)

OPINIÓN

María Pedreda

30 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 27 de enero, el Consello de la Xunta convalidaba el decreto que declara Bien de Interés Cultural (BIC) la Biblioteca de Emilia Pardo Bazán, dando así protección especial a una biblioteca de extraordinario valor histórico, bibliográfico y simbólico, que ya no podrá salir de Galicia.

Se trata ahora de lograr la reunificación de esta colección de gran importancia patrimonial, ubicando en el lugar idóneo los 10.862 volúmenes que la componen: en su lugar de origen, las Torres de Meirás, quedan 2.979 volúmenes, mientras que los restantes 7.883 se encuentran en la sede de la Real Academia Galega.

En la plenitud de su carrera literaria, Pardo Bazán levanta Meirás como una residencia de escritora a la medida de su talento, situando en la Torre de la Quimera su estudio, el epicentro de su trabajo de creación, así como su biblioteca. Una vez se obtenga la propiedad de los libros que permanecen en Meirás, sería el momento de que los más de 7000 libros que llegaron de forma accidental a la Real Academia Galega —medio centenar ya estaban en Tabernas— hagan el viaje de regreso a su emplazamiento original.

Cuando la noche del 18 de febrero de 1978 se declaró un incendio en las torres, estos casi 7.500 libros fueron salvados de las llamas por una sección de zapadores del Batallón Mixto de Ingenieros quienes, al día siguiente, los cargaron en dos camiones para salvaguardarlos de la lluvia, depositándolos en Atocha.

Carmen Polo, señora de Meirás, cedió los libros al Ministerio de Cultura por lo que pasaron a la Delegación del Ministerio en A Coruña. Por iniciativa del entonces ministro, el gallego Pío Cabanillas, esos libros fueron entregados el 3 de noviembre de 1978 a la Academia Gallega, cuya sede se encontraba en rehabilitación por lo que no será hasta principios de 1979 cuando los libros lleguen a la RAG, poco antes de su inauguración por Juan Carlos I.

Ya entonces, el delegado de Cultura en A Coruña, José Seijas Flores, declaraba que estos libros son patrimonio de toda Galicia y tienen que estar al servicio del pueblo gallego, tal como informaba La Voz de Galicia del 30 de septiembre de 1978.

Lo lógico sería reunificar todos los volúmenes en su espacio originario, tal como lo diseñó la creadora de esta biblioteca excepcional, máxime cuando la actual sede de la RAG va a entrar de nuevo en proceso de rehabilitación. Debido a los problemas estructurales que afectan al edificio y por sorprendente decisión de su comisión ejecutiva, este histórico inmueble va a ser vaciado y permanecerá en obras al menos cuatro años.

Estamos ante la ocasión histórica de reunificar la biblioteca de Emilia Pardo Bazán, coincidiendo con su centenario, en las Torres de Meirás felizmente recuperadas para el patrimonio del Estado y para Galicia, donde se dispone del espacio necesario, acondicionado debidamente, para su conservación. Allí prestará un servicio público impagable a los investigadores y a toda la ciudadanía, contribuyendo a dinamizar la cultura gallega, española y europea.