La fiesta de la pasta de papel

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

Toni Albir | EFE

24 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Este artículo que están ustedes leyendo hoy, yo obviamente lo he escrito ayer, que era sábado 23 de abril, Sant Jordi, el día del libro. Y a mí, miren ustedes por donde, me pilló en Barcelona, me pilla en Barcelona, que es donde estoy escribiendo ayer para que ustedes me lean hoy. Y lo que está ocurriendo aquí, eso sí lo saben por los telediarios, es la gran fiesta del libro y la flor, en que, como quien no quiere la cosa, la industria editorial catalana y sobre todo las librerías se juegan el veinte por ciento de su facturación anual. Esto es como la feria de Betanzos pero a lo bestia, con el agravante de que la feria de Betanzos se repite todos los meses y el día del libro solo una vez al año.

Los catalanes están muy orgullosos de su onomástica, y hacen bien. Pero no cabe duda de que meten demasiados huevos en la misma cesta. Porque hoy, por ejemplo, llueve. El fenómeno del libro mantiene la cohabitación contra natura de autores literarios, algunos de indiscutible calidad, como Landero, Aramburu o Pisón, con otros del frívolo mundo de la farándula y la televisión, que escriben más fácil, más obvio, más tontorrón. Pero es verdad que estos van cimentando la economía del libro para que las librerías paguen el recibo de la luz y los escritores literarios puedan publicar sus libros. De Barcelona me traigo algunos libros y algunos abrazos de compañeros poetas. Y también dos besos que Yolanda Díaz, elegantísima, me plantó en ambas mejillas con sonrisa encantadora.

¿Quién da más?