Francia, ¿la tumba de Europa?

Jorge Quindimil COORDINADOR DEL GRADO BILINGÜE EN RELACIONES INTERNACIONALES DE LA UDC

OPINIÓN

MABEL RODRÍGUEZ

20 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Era improbable el brexit, pero en el 2016 los británicos decidieron sacar a su país de la Unión Europea. Era improbable que Donald Trump ganase unas elecciones, y en el 2017 se convirtió en el 45º presidente de los Estados Unidos. Era improbable que Putin iniciase una guerra a gran escala en Ucrania, pero el pasado 24 de febrero lanzaba su atroz agresión contra el pueblo ucraniano. Es improbable que Marine Le Pen sea presidenta de Francia este domingo.

Los franceses deciden su futuro y el nuestro, el de Europa. Las posiciones de Macron y de Le Pen sobre el futuro de Europa son tan claras y firmes como antagónicas. Macron defiende una Francia fuerte dentro de una Unión Europea fuerte. Le Pen propone «la creación de una Alianza Europea de Naciones con vocación de sustituir progresivamente a la Unión Europea», alimentada por un discurso nacionalista, abiertamente contrario a la inmigración y favorable a recuperar los controles fronterizos y la supremacía de la soberanía francesa sobre cualquier institución supranacional o internacional. Le Pen es una nacionalista recalcitrante de derechas, imperialista, contraria a la Unión Europea y a la OTAN, deseosa de recuperar la grandeza secular de su país fortaleciendo sus capacidades militares y exhibiendo su potencial geostratégico y su capacidad nuclear. ¿No les recuerda a un tal Vladimir?

La segunda vuelta ha salvado a Francia y a Europa de la galopante ultraderecha en el 2017 y, probablemente, también en el 2022, pero algo está cambiando. La ultraderecha, sumando los votos recibidos por Le Pen y Zemmour en primera vuelta, vence en todas las franjas de edad a sus rivales, salvo entre los 25 y los 34 años (gana Mélenchon) y entre los mayores de 70 años (gana Macron). La extrema derecha y la extrema izquierda vencen a Macron en todas las franjas de edad por debajo de los 70 años, impulsados por la voracidad de discursos populistas, muy cercanos en lo económico (Le Pen está abierta a contar con ministros de izquierdas), que calan con facilidad en el estado más grande del mundo en términos de gasto público, y con el Gobierno más grande del mundo (en términos de gasto del gobierno general en porcentaje del PIB, según la OCDE).

En Francia nació la idea de la integración europea tal y como la conocemos, aquel 9 de mayo de 1950, con la Declaración Schuman. Es improbable que Le Pen sea presidenta de Francia este domingo, pero está más cerca que nunca y, si lo consigue, Francia pasará de ser la cuna a ser la tumba de la Unión Europea, la que nos ha dado el mayor período de paz y de prosperidad de nuestra historia.