El fentanilo es un potente opiáceo sintético. Se utiliza en los tratamientos contra el cáncer. En Estados Unidos, los traficantes lo cortan con heroína y cocaína. Un cóctel que ha provocado en aquel país en apenas dos meses 58 sobredosis y 29 muertos. En noviembre, la combinación de fentanilo y heroína que encontró el forense en un bebé de 10 meses precipitó su muerte. ¿Cómo la tomó? La policía acaba de detener a su padre, Daniel Auster. Sí, el hijo del famoso escritor Paul Auster, con su primera mujer, la también autora Lydia Davis. Los traficantes sin entrañas mezclan así la droga que venden para enganchar aún más a los consumidores. Daniel vivió la separación de sus padres a los 18 meses. Luego, Paul Auster se casaría con otra autora, Siri Hustvedt. Ni su padre ni Siri han querido hacer declaraciones de la detención del hijo, de 44 años. Desde su juventud, Daniel se ha metido en líos. Algunos muy sonados. Paul ejerció de padre hasta donde pudo. Su hijo trabajó como actor a sus órdenes en la película Smoke. Pero las recaídas del entonces joven le llevaron a romper toda relación con él. El dolor debe ser insufrible para el prestigioso novelista. Con el nacimiento de la pequeña hija de Daniel, parecía que al final su camino se enderezaba. Se prodigó en las redes con fotos abrazando a la pequeña, con su actual pareja. Pero no había logrado salir del túnel. Según la DEA, mata más en Estados Unidos la adicción al fentanilo, sobre todo si va cortado (potenciado) con heroína o cocaína, que la suma de los muertos por armas de fuego y por accidentes. Es una epidemia. Con las drogas, sabes cuando entras en ellas pero no cuándo sales de ellas. Ni cómo sales de ellas. Es fácil caer con el caso de Daniel en la comparación de los hijos rotos de los famosos. Es fácil compararlo con su hermanastra Sophie, la otra hija de Paul Auster, en este caso con Siri Hustvedt, que es un ejemplo de talento y éxito. Una lo hace todo bien. El otro lo hace todo mal. El hijo pródigo que no pudo volver a casa por los malos pasos que le han llevado a vivir un infierno. De lo que no se sale es de que tal vez por un descuido hayas terminado con la vida de tu pequeña de solo diez meses. Paul Auster es experto en historias con la música del azar. Las drogas no son un azar. Siempre podemos decir no. Siempre debemos decir no. La vida anestesiada no es vida. Pero nadie puede tirar la primera piedra. En ocasiones, el dolor del alma o del corazón o de un pulmón o de las vértebras es insoportable. ¿Quién sabe? Lo único cierto es que cuando caminas descalzo tanto tiempo por un filo te cortas. La realidad siempre supera a la ficción. Saber que tu hijo está enfermo y tomar la decisión de no abrazarlo es el horror. Saber que has perdido a tu nieta tan pequeña hace difícil seguir adelante. Maldito fentanilo + heroína + cocaína. Malditos traficantes sin entrañas. El deseo de no ser nadie.