Si hay diagnóstico, extremen las medidas preventivas

María del Mar Tomás Carmona MÉDICA MICROBIÓLOGA DEL CHUAC, INVESTIGADORA DEL INIBIC Y PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y MICROBIOLOGÍA CLÍNICA

OPINIÓN

27 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos han sido las estrategias de control de la pandemia por covid-19 llevadas a cabo. La primera, conocida como cero covid, incluía el desarrollo de pruebas diagnósticas masivas y confinamientos estrictos para evitar la transmisión del virus. Un ejemplo de ello ha sido Hong Kong, con 7,4 millones de habitantes, la cual presenta actualmente, a pesar del confinamiento estricto establecido, un importante incremento de casos asociados a la variante ómicron y una elevada presión asistencial. Por otro lado, Europa y EE.UU. han implantado medidas epidemiológicas menos restrictivas dejando al virus SARS-CoV-2 circular y adaptarse al ser humano, surgiendo nuevas variantes más transmisibles y con mayor capacidad de reinfección´, pero menos virulentas, especialmente en vacunados con vacunas basadas en la tecnología de ARN. Es por ello que en dichos países, los esfuerzos se han centrado en potenciar las campañas de vacunación (tres dosis, planteando una cuarta dosis en determinados pacientes) evitando el desarrollo de enfermedad grave y dando lugar a una situación epidemiológica de mayor estabilidad en relación a los ingresos hospitalarios y a la presión asistencial.

Sin embargo, todavía nos encontramos con una elevada incidencia de casos de infección, por lo que debemos seguir con la vigilancia epidemiológica, especialmente en entornos vulnerables (sanitarios y sociosanitarios). Por ello, tras un diagnóstico covid-19 con síntomas, aconsejaría extremar las medidas de prevención, disminuyendo el contacto social, favoreciendo la utilización de mascarillas FFP2 en interiores, así como en el exterior si no es posible mantener la distancia social. Necesitamos centrar esfuerzos para proteger a las personas vulnerables (mayores de 65 años e inmunodeprimidos), los cuales presentan menor protección inmunológica.

Finalmente destacar la importancia de disponer a corto plazo de tratamientos antivirales eficaces para proteger a dicha población, así como de protocolos claramente estandarizados en el Sistema Nacional de Salud (SNS), y a medio plazo (probablemente a partir del próximo otoño e invierno), de vacunas universales actualizadas frente a las múltiples variantes y también de vacunas esterilizantes.