La decisión de Feijoo: gana España

Xose Carlos Caneiro
xosé carlos caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Brais Lorenzo

28 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El 20 de junio del 2018 publiqué un artículo de título similar a este. Cambiaba únicamente la última palabra. Entonces era Galicia; hoy, España. Alberto Núñez Feijoo acababa de anunciar entonces que no se presentaría como candidato a la presidencia del Partido Popular español. Fue una decisión acertada. En el PP había mimbres, o eso parecía, para comenzar una nueva etapa y Feijoo quería rematar aquella legislatura para encarar, en el 2020, un ilusionante reto. Ganó. Y se convirtió, de este modo, en el único político europeo que en unas elecciones parlamentarias conseguía cuatro mayorías absolutas seguidas. En el 2018 dijo que desde Galicia también se podía contribuir a mejorar España y que él se debía a Galicia y a los gallegos. No creo que hoy haya mudado un ápice de aquel discurso, sin embargo, las circunstancias en España sí han cambiado. Y han cambiado a peor.

 España no va bien. El Partido Popular, tampoco. Cuando flaquea una de las dos grandes formaciones que han impulsado el mayor progreso de la historia de España, Partido Socialista y Partido Popular, la nación se resiente. Sucedió en los peores momentos del PSOE, con la marcha de Felipe González y los casos de corrupción que acosaban al Gobierno; también en el 2011, con Zapatero y la intensa crisis económica y de credibilidad. Sucedió con el PP en el convulso 2004 tras la ida de Aznar. En el 2018, el PP estaba también tocado tras la moción de censura, pero menos amenazado que en estos momentos. Entonces a nadie se le pasaba por la cabeza que el espacio de la derecha pudiese ser ocupado por una organización política que niega las autonomías y cuestiona Europa, sin entrar en otros matices aún más dolorosos.

Ahora, sí. En este momento crucial de la historia, el Partido Popular y España precisan un líder sólido, con experiencia, con hoja de servicios al Estado ejemplar. Un político maduro, diligente y de prestigio contrastado. Ese hombre es Feijoo. El PP no tiene a otro mejor. Por eso todos los cargos populares lo apoyan. Pero Feijoo, estoy seguro, nunca se irá del todo. Galicia seguirá siendo una prioridad. Y a Galicia, lo mejor que le podría pasar, es que el actual presidente de la Xunta fuese también el primer ministro de España. Intentaré argumentar el aserto. España no puede permitirse estar al albur de lo que decidan los partidos independentistas y tampoco condicionada por las decisiones frívolas de algunos ministros adolescentes. Quizá lo deseable sería que los grandes partidos de Estado acordasen, consensuasen, encauzaran la proa política rumbo a un mejor futuro.

Creo que Feijoo también sería capaz de esos grandes pactos que ahora mismo necesitamos. Incluso más, con el actual presidente gallego, hasta Pedro Sánchez podría comportarse de otro modo: más conciliador. Termino como empecé: con Feijoo, gana España.