Exámenes al Cuerpo de Policía Nacional: errores y errores

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

ANA GARCIA

25 feb 2022 . Actualizado a las 16:14 h.

 Corrección equivocada en los exámenes al Cuerpo de Policía Nacional

Sostenella y no enmendalla (empecinamiento, orgullo o cabezonería de alguien que se empeña en mantener su error). Eso ha ocurrido, de nuevo, en las pruebas ortográficas de las oposiciones a la escala básica del Cuerpo de Policía Nacional. Cierto es que, tras las barbaridades acaecidas el año pasado, los responsables de dichas pruebas han tomado la decisión de eliminarlas para las próximas oposiciones a celebrar, pero se han mantenido en este examen. En el listado de palabras de la prueba desarrollada el pasado día 5 de febrero, aparecían los vocablos majorette, stent y software, sin utilizar la escritura cursiva. Esto contradice la normativa existente pues, siendo extranjerismos, deben escribirse siempre en cursiva. Sorprendentemente, a aquellos opositores que detectaron el error y, siguiendo lo requerido en la prueba, señalaron estas palabras como formas equivocadas, se les puntuó como si los equivocados fueran ellos; dando así dichas palabras como bien escritas. Esto podría haber quedado en un simple desliz y corregirse tras las quejas recibidas señalando lo ocurrido. Pero los responsables de las oposiciones han estimado conveniente mantenerse en sus trece. Siguieron dando por válidas las palabras mal escritas y por errados a los opositores que lo hicieron bien. La consecuencia de esta actitud es simple, con la excusa de una prueba absurda y mal realizada se elimina del intento de acceder al Cuerpo Nacional de Policía a jóvenes que podrían ser muy válidos y que reciben un trato claramente injusto porque hay quienes no dan su brazo a torcer pese a la evidencia de sus errores. Si ese es el concepto de justicia y respeto a las propias normas que tienen los que deciden quién entra y quién no en la policía, mal vamos. José M. Doval. 

Buen hombre, pero líder político inmaduro

Homo homini lupus el hombre es un lobo para el hombre. No se me ocurre una sentencia más idónea que la de Hobbes para explicar lo sucedido el miércoles en el Congreso de los Diputados, que no es sino un reflejo de lo que sucedió el jueves entre Génova y Sol y que, a su vez, no es más que la puesta en práctica de la ley del Talión. En el Congreso la bancada popular aplaudía a un «líder» sentenciado a «morir» políticamente. Sentenciado por esos mismos que aplaudían, que bien sabía el sentenciado que le estaban, no solo ejecutando, sino humillando bajo el pretexto de una «salida digna», eso si, con luz y taquígrafos para que quede constancia histórica de su «paseíllo» hacía el patíbulo. Y afirmo que esto es reflejo de aquel jueves fatídico que, pasará a la historia de los populares, por ser el jueves más estúpido que recuerden. Un jueves protagonista de la mayor tontería en la que puede incurrir un líder: tratar de defenestrar al discípulo cuando él mismo ya te ha anulado. Se va un buen hombre, honesto y honrado pero, políticamente, un inmaduro líder. Raúl Maside Rodríguez.