«¿Cómo no se ha reforzado la unidad de radiodiagnóstico del área sanitaria de A Coruña»

Cartas al director
Cartas al director CARTASALDIRECTOR

OPINIÓN

CESAR QUIAN

04 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Veinte poemas de amor y una canción desesperada

Escribiría veinte poemas de amor para todos los sanitarios que han intervenido a lo largo de estos seis meses en el diagnóstico y tratamiento de mi cáncer. No solo poemas de amor, sino palabras de agradecimiento por su labor y reconocimiento a un trabajo asistencial de calidad. Desde el primer contacto en el centro de salud de O Portádego hasta el último, hasta ahora, en el servicio de oncología del Teresa Herrera, pasando por el servicio de cirugía digestiva del Chuac. Hasta se lo escribiría al señor Ortega, que ha colaborado de forma indirecta en mi recuperación con sus donaciones al servicio sanitario público. Pero en toda relación surge, a veces, una canción desesperada y aquí la entono y se la dedico al señor Feijoo.

Querido Alberto: todo proceso de enfermedad necesita de un seguimiento a través de las pruebas oportunas que, en mi caso y en el de muchos pacientes oncológicos, es a través de una tomografía axial computarizada (TAC). El problema es que este servicio habitualmente tiene lista de espera y con el covid-19 se ha demorado más. Si este virus lo conocemos desde hace casi dos años, ¿cómo no se ha anticipado y reforzado la unidad de radiodiagnóstico del área sanitaria de A Coruña? Ese TAC es una prueba vital para conocer el estado y desarrollo de un proceso cancerígeno y no realizarlo cuando el oncólogo lo solicita supone importantes costes, no solo para el paciente sino también para la sociedad en general: primero, el emocional, ya que añade innecesariamente más angustia al proceso, ya de por sí duro; segundo, físico, ya que, de no interrumpir el proceso de avance de la enfermedad con tratamiento en el momento adecuado, este se agrava; tercero: el asistencial, cuanta más demora en su identificación más cuidados terapéuticos requerirá a futuro; cuarto, el económico, postergar una baja laboral del paciente le supone menos ingresos y para la sociedad, su demora en la incorporación a la vida laboral supone también menos ingresos a la Seguridad Social. En definitiva, el retraso en las pruebas diagnósticas supone un coste altísimo para los pacientes y, aunque en menor medida, un coste también alto para la sociedad. Por todo ello, Alberto, le canto desesperadamente para que ponga en marcha todos los recursos y así los técnicos y los radiólogos puedan realizar e informar en tiempo a nuestros oncólogos de los resultados de unas pruebas imprescindibles para poder continuar con nuestras vidas. Ana Villar Regueiro. Sésamo (Culleredo).

De la banca y los jubilados

Quiero mostrar mi indignación por el trato dado a esos niños y niñas de la posguerra que, con coraje, esfuerzo y trabajo, pusieron los cimientos de nuestra sociedad actual. Hoy, todos ellos jubilados, están siendo ignorados y maltratados por el sistema bancario. Este, tan eficiente, economicista y digital, está obligando a nuestros mayores a realizar gestiones bancarias simples —retirada de dinero, pago de recibos, impuestos…— a través de los cajeros automáticos; siendo para ellos unas tecnologías ajenas y extrañas. Deduzco que las mencionadas operaciones no «aportan valor» para la banca, al revés que otras como la venta de hipotecas, tarjetas, seguros varios...

Señores de la banca, atiendan como se merecen a nuestros mayores, pongan en marcha una atención personalizada con mayúsculas. Y termino con una frase de mi padre: «Poñan xente nos sitios! Roberto Lorenzo Vázquez. Verín.

Covid: no lo entiendo

La tasa de contagios sigue alta. El número diario de fallecidos continúa recordando tristes cifras del pasado: 408, según últimos datos facilitados por Sanidad el mismo día en que el país pasó la barrera de los diez millones de contagiados a lo largo de la pandemia. Y, sin embargo, autoridades políticas y sanitarias abogan con insistencia por levantar restricciones en el acceso a locales y en el uso de mascarillas. No lo entiendo. Marcos Ferreiro Torres. A Coruña.