Pablo Iglesias se va a la guerra

OPINIÓN

Nacho Gallego | Efe

26 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Pablo Iglesias no estaba muerto, estaba de parranda. Era cuestión de tiempo que el hombre volviera al lodazal. Lo hizo dejando esta perla: «Yo ya no soy político, puedo decir la verdad». O sea, que en los tiempos en los que era vicepresidente mentía más que hablaba, por si alguien aún albergara dudas al respecto. Poco hay más genuino que sus gestos. Este es de su reaparición. En plan, oigan, que a mí es que me pagaban por mentir. Iglesias ha irrumpido haciendo flaco favor a su presunta lideresa, Ione Belarra. Si ella figuraba poco, ahora casi podrá pasar a engrosar el contingente de superheroínas Marvel, versión la mujer invisible. A Pablo le ha venido de perilla, incluso se la ha dejado en la cara, que Rusia amenace con invadir Ucrania. Hay quien dirá que es más hijo de Putin que de Joe Biden, pero él se ha declarado pacifista. Pacifista, el hombre que más guerra ha dado en la historia reciente de este país. Se pilla antes a un exvicepresidente que a un cojo.