No son lobis, solo ganaderos de carne y hueso

Roberto García SECRETARIO XERAL DE UNIÓNS AGRARIAS

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

12 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El malestar de los ganaderos con las ya archiconocidas declaraciones del ministro Garzón en The Guardian está motivado, afirma el titular de Consumo, en no saber leer entre líneas sus palabras. Y es que vivimos momentos donde la letra pequeña se ve desbordada por la velocidad de las redes y la simplificación de los mensajes. Sinceramente, creo que más bien el que tergiversó en este caso la letra de la normativa sanitaria fue el ministro.

Cualquiera que lo escuche, sin mayor información al respecto, se manifestaría absolutamente de acuerdo. Cómo no rechazar el maltrato animal, la contaminación o los piensos adulterados con fármacos. Lo que ocurre es que la realidad que parece querer describir —desde un despacho del Gobierno a un medio de comunicación extranjero— no tiene hueco en el ordenamiento español ni comunitario que rige la seguridad alimentaria para las producciones de vacuno, porcino, avícola o cunícola.

Cualquier ganadero sabe, al tener que cumplirlas, que las carnes españolas observan la estricta normativa europea en sistemas de manejo, bienestar, bioseguridad, limpieza y alimentación, y que, si no se estuvieran siguiendo, nuestras exportaciones no llegarían a 130 países en la actualidad. Seguro que habrá infractores que se salten las normas y han de ser perseguidos y sancionados por las administraciones públicas, pero elevar a categoría sectorial las anécdotas infractoras resulta cuando menos injusto y, en momentos de crisis estructural en el sector ganadero por la subida de costes y la caída de precios, completamente temerario.

El sector cárnico de vacuno en Galicia es básicamente extensivo y supone el último soporte económico y social para comarcas en colapso demográfico. Un territorio en el que resisten 20.000 granjas. El 32 % de las mismas se encuentran en zonas de montaña, en torno a 2.500. En la dicotomía que establece el ministro entre modelos de producción, ¿se habrá preguntado el responsable de Consumo el sentido de la producción intensiva de leche, cerdo o pollo? Producir proteína animal a precios asumibles y en base a una norma estricta de calidad para mejorar la alimentación de consumidores con un poder adquisitivo limitado. Pero como ganar buena reputación entre los consumidores cuesta años y perderla solo minutos, considero importante ahora pasar página y concentrarse en lanzar una campaña informativa sobre la calidad diferencial de la carne gallega y, en especial, la de ternera gallega suprema.