La máquina de experiencias

OPINIÓN

08 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Imagina que pudieses conectar tu cerebro a una máquina que te brindase el máximo placer el resto de tu vida: ¿te apuntarías? Esta pregunta la formuló hace ya unos años Robert Nozick, un importante filósofo de Harvard, en su libro Anarquía, Estado y utopía, que vio la luz en 1974.

En esa obra nos presenta el experimento mental que llama «la máquina de las experiencias», en el que se nos pide pensar en un mundo en donde los científicos han desarrollado una máquina que simula la realidad y asegura experiencias placenteras, una vida en la que no hay dolor, solo gozo, satisfacción: los altibajos naturales de la vida serían reemplazados por una secuencia infinita de momentos positivos. La persona no hace nada, solo está conectada a la máquina. Esas experiencias serían indistinguibles de la realidad. Suena muy bien, ¿verdad?

Lo que parecía un simple divertimento, una elucubración de salón, algo más propio de un guion de Hollywood que de un libro de filosofía, hoy parece al alcance de la mano… Ahí está el viaje en 3D hacia el metaverso que nos promete Mark Zuckerberg, el aumento exponencial del consumo de realidad virtual que ya hacemos y tantas otras cosas que ya están aquí. A mí todo esto no me suena nada bien. Entre otras razones, porque el placer no es lo único que importa en una vida humana: cómo consigas las cosas, es decir, el camino, el proceso, la agencia efectiva, también importa. No lo deberíamos olvidar.