Solo una madre encuentra las cosas

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Marcelo Segura

02 ene 2022 . Actualizado a las 09:55 h.

Podría haberlo titulado Elogio de la madre. Ya sé que no es el día de la madre, pero es Navidad, Año Nuevo y Reyes. Y toca hablar de ellas. Un compañero de guardia trae al trabajo tortilla e intuyo por su edad que es la tortilla de su madre. Y, en efecto, me contesta que «es la tortilla de mi madre» y, al decirlo, todavía se le ponen más orientales los ojos de felicidad. Todos sabemos que no hay como la tortilla de la madre, el cocido de la abuela, por muy rancio que le suenen a algunos estas expresiones.

Cada familia es un mundo y en todas silban los cuchillos, pero hay puntos que no se tocan. Por ejemplo, en una casa con niños pequeños, es ley que si se pierde algo solo lo encontrará la madre. Las madres son las que encuentran las cosas. Es así y no lo vamos a cambiar a estas alturas. Otra verdad universal, que, como todo hoy en día admite matices, pero que sigue sucediendo, es que si la niña enferma, por mucho que adore a su padre, cuando está derrotada con fiebre en cama a quien llama es a mamá. Y la que termina mal durmiendo a su lado, casi febriles ambas, es ella. Habrá la excepción, pero solo confirma la regla. Y hay hoy hogares con nuevas configuraciones que admiten otros auxilios en la enfermedad, pero el que más sigue abundando es el que les refiero.

Cada uno que continúe echando el polvo debajo de la alfombra como hacemos todos, pero mayoritariamente quienes van a las reuniones del colegio son ellas. Aunque ya se ven más padres en los parques, quienes suelen ser mayoría son ellas. Ellos van un día y lo dicen un millón de veces. Llevan a la política familiar una práctica muy extendida en lo laboral. Hacer algo y contárselo a todo el mundo para que parezca que no has parado. Por algo los tremendos grupos de wasap de los colegios se llaman grupo de madres, no de padres.

La compra también se va extendiendo hacia el otro sexo, pero aún sigo viendo a mayoría de mujeres empujando los carritos en los supermercados, y a los que llevan bebés dentro. ¿Quién recoge a los chavales en los colegios? Tengo más dudas.

No sé si es por ese gusto tradicional y casposo por los coches de muchos tíos, pero lo cierto es que se ven a bastantes padres en las dobles filas de los coles. Pero no nos vengamos arriba. Luego se pierde algo en casa y todos dicen a coro: mamá, me falta un botín. Mamá, no encuentro el portátil del colegio. ¿Quién se acuerda todas las noches de que hay que poner a cargar el portátil del colegio? Ellas. Es curioso. Los chavales de cargar su móvil, por supuesto, se acuerdan. Pero al ordenador del colegio que le den. Y ahí están, otra vez, las madres.

Como estamos en Navidades, decía, quién impulsa el árbol, las postales, el Papá Noel, que debería llamarse Mamá Noel, o los Reyes, que debían ser Reinas, pues ellas. Esas, que deben de ser todas de Betanzos y hacen las mejores tortillas del mundo.