Los 14 del gurka Nirmal Purja

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

05 ene 2022 . Actualizado a las 12:28 h.

Netflix estrenó el mes pasado el documental Los 14 ochomiles: No hay nada imposible, que narra el proyecto del alpinista nepalí Nirmal Purja de escalar las catorce montañas más altas del mundo en siete meses —al final lo consigue en seis meses y seis días, espero que no les moleste el spoiler—. Lo hizo en el 2019 en tres fases: la primera en su país natal, empezando por el Annapurna, quizá porque al tener el mayor ratio cumbres/víctimas mortales (191/61) pensó que era mejor enfrentarse a ella cuanto antes; la segunda en el Karakórum paquistaní, donde holló las cimas de los también peligrosos K2 y Nanga Parbat; y la última en la frontera entre Nepal y el Tíbet, donde el mayor riesgo fueron las reticencias del Gobierno chino a concederle un permiso para subir al Shisha Pangma, la última cumbre que le faltaba.

Purja, que fue soldado gurka (unidades nepalíes al servicio del Reino Unido), utilizó todos los medios a su alcance para completar su desafío, incluyendo el uso de botellas de oxígeno, un equipo con los mejores serpas e incluso helicópteros para acelerar los traslados de una región a otra. Esto ha sido criticado por los defensores del estilo alpino, que consideran dopaje el oxígeno artificial y apuestan por ascensiones con el mínimo material posible e, incluso, en solitario. El protagonista de la hazaña les lanza una pulla al recordar que ellos se aprovechan de las cuerdas fijas que ponen los serpas al inicio de cada temporada. Y, además, cuenta con el apoyo nada menos que del dios Reinhold Messner —el primer alpinista en coronar todos los ochomiles, entre 1970 y 1986—, aunque da la impresión que sus declaraciones están sacadas fuera de contexto.

El documental ofrece imágenes impactantes de todas las ascensiones, incluyendo vistas aéreas del kilométrico campo base del Everest que muestran cómo el techo del mundo se ha convertido en una feria. De hecho, Purja fue el autor de la famosa fotografía tomada en mayo de ese año en la que se ve un atasco de cientos de personas a escasos metros de la cumbre, esperando turno para hacerse una foto junto al trípode chino. También hay imágenes de Purja en las catorce cimas, obviamente algo básico y necesario cuando pretendes certificar un récord, a no ser que seas Kilian Jornet. Épico.