Protección colectiva que debe llegar a países desfavorecidos

José Luis Fernández Trisac PEDIATRA DEL CHUAC, COORDINADOR FUNCIONAL DE LA UNIDAD DE NEONATOS

OPINIÓN

19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta es una pregunta recurrente en estos días, ahora que la postura de los pediatras no ofrece duda de los beneficios de vacunar a los niños de entre 5 y 11 años, para los que ya hay una alternativa autorizada y recomendada por las autoridades sanitarias. Las familias se preguntan: ¿qué diferencia hay entre un hijo de 7 años y otro de 3? Si todos nuestros hijos van al colegio, ¿por qué se vacunan unos y otros no? Y así podría continuar con una larga lista de cuestiones para este grupo de edad.

La pandemia está generando ríos de tinta, muchos de ellos de fuentes científicas fiables con el cauce lleno de medicina basada en la evidencia (en un correcto castellano, diríamos basada en pruebas), y atendiendo a esas fuentes hoy se puede afirmar que las vacunas aprobadas son seguras y eficaces y la mejor arma en la lucha frente a la infección.

En las pocas líneas de este artículo no puedo entrar en profundidad en todos los pormenores del asunto, pero intentaré despejar algunos de los interrogantes respecto a los menores de 5 años. Las autoridades sanitarias, con sus comités expertos de epidemiología y salud pública y clínicos, analizan en detalle todos los aspectos relacionados con la población afectada, que en el caso del covid es toda la población mundial porque todos estamos inmersos en la pandemia. Lo que ocurre es que dentro de la población hay franjas de edad con más riesgo que otras y las estrategias de vacunación se han dirigido inicialmente a los colectivos en los que su vida está más comprometida (para salvar vidas) y, posteriormente, a otras franjas de edad o de menor riesgo (para, además de su propio beneficio, combatir la propagación). En el caso de los niños pequeños, la infección hasta hoy no ha tenido grandes consecuencias en su salud ni una mortalidad significativa.

El National Institute of Health (INH) de Estados Unidos, en su base clinical trials tiene registrados ensayos clínicos en marcha a nivel internacional con niños y niñas a partir de los 6 meses de edad, en busca, primero, de la seguridad, y, posteriormente, de la eficacia en este grupo etario. Si, como parece, el coronavirus con sus futuras mutaciones ha venido para quedarse, la autorización para los niños menores de 5 años llegará y las razones para su administración serán similares al resto: su protección individual, pero sobre todo la protección colectiva que generará abarcar, entonces sí, a gran parte de la población.

En esta lucha hace falta la vacunación solidaria y en ese sentido tenemos como sociedad que proteger a nuestra comunidad, pero sin olvidar que en un problema mundial hay que atender a la globalidad y facilitar la vacunación en los países más desfavorecidos.

La vacunación a los menores de 5 años llegará, no me atrevo a decir en qué momento, porque aún deben finalizar muchos estudios en marcha que demuestren especialmente la seguridad, a la vez deben estudiarse intervenciones solidarias para priorizar otros países y colectivos. Mientras tanto, confiemos en fuentes fiables de información y sigamos las recomendaciones de nuestras autoridades sanitarias. Vacunémonos todos, también los niños, en el momento que nos toque.