Suicidio en titulares

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

Jero Morales|Jero Morales

15 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No sé de qué cantera sale la fortaleza mental, quizás como todo de la infancia, pero sí sé que es el mejor regalo que te pueden dejar. Por supuesto que la vida tiene sus avatares y claro que algunos te tambalean, pero percibes tu fortuna cuando alguien cerca describe su náusea o se ahoga en ella como el lunes hizo Verónica Forqué. Su suicidio sucedió a cámara lenta, con el oportunismo emocional marca de los tiempos y el estercolero de las redes dando fe brutal y descarnada de lo mal que convivimos con las goteras mentales, quizás porque en cada deprimido hay una alerta de nuestra propia locura, una luz roja que nos asusta y nos recuerda que las tijeras para el cortocircuito pueden estar también en nuestra mesita de noche y amenazan con su crick crick cuando llega la niebla.

Puede que el último armario que se esté abriendo sea precisamente el de la locura y la depresión, esa invocación que estos meses tiene nombres y apellidos conocidos, el del periodista Anxo Lugilde, el del presentador Ángel Martín y ahora los hechos consumados de la Forqué, que se confesaba hace nada extenuada, agotada, no sabíamos cuánto. Contra lo indicado hasta ayer mismo, hoy se nos propone hablar del suicidio, del conseguido y del proyectado, del desolador duelo de quienes se quedan, de la atención seria a quienes lo contemplan, de la re-educación de quienes despachan ó tolo con una mezcla de desprecio y jojojó que, reconozcámoslo, todos hemos visto alguna vez o alentado o acompañado. Los señalados lo cuentan. Porque es fácil detectar esa cobardía canalla que tan bien practicamos los humanos cuando olfateamos la debilidad y preferimos cobijarnos en la camarilla, en la manada, para ser todo lo crueles que somos capaces de ser.