Higos, pocas calorías y efecto saciante

Carmen Reija FARMACÉUTICA

OPINIÓN

MABEL RODRÍGUEZ

31 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Fruta única por sus propiedades organolépticas y saludables, frescos o secos, los higos son un placer para tus sentidos. La higuera pertenece al género ficus (botánicamente Ficus carica). Trescientas variedades se cultivan para consumo humano. Higos y brevas: los higos maduran de julio a noviembre, aunque su mejor momento es al final del verano; las brevas son higos que permanecen todo el invierno en el árbol, maduran en primavera, se cosechan entre mayo y junio y son más cotizadas.

Elige higos que presenten un aspecto externo sano, sin golpes ni roturas, con la piel entera y que no estén duros. Mejor maduros, porque su sabor será más dulce, aunque aguantarán poco en la nevera.

No los amontones, presiones ni golpees para evitar que se estropeen. Elimina a diario los que huelan mal o presenten algún deterioro, pues pudrirán otros y formarán una pasta de olor desagradable y consumo imposible.

Frescos aportan pocas calorías (100 gramos, 74 calorías; secos, 249) y su concentración de grasas y proteínas es baja. Presentan fibra soluble e insoluble, vitaminas (K y del grupo B) y minerales (potasio, calcio, hierro y magnesio), especialmente concentrados en el higo seco.

Tienen numerosas propiedades saludables. Ayudan a controlar el peso consumidos como aperitivo saludable o tentempié mañanero, pues presentan efecto saciante; mantienen en buen estado el sistema nervioso y el músculo-esquelético, siendo sus minerales, especialmente calcio (35 mg/100 g) y magnesio (17 mg/100 g), imprescindibles para un funcionamiento correcto; favorecen el control de colesterol y glucosa en sangre y contribuyen a regular el tránsito intestinal.

Puedes encontrarlos con diferentes presentaciones: frescos, secos, en almíbar o escarchados. Lo normal es consumirlos al natural, pero también se emplean en recetas. Combinan con ajo, cebolletas, espinacas, rúcula, setas, berros, lechuga, escarola y frutos secos, por ejemplo. También se usan para elaborar mermeladas, pasteles, salsas o galletas, entre otros.