Los ordenadores se basan en la tecnología digital que se expresa a través de dos números, cero y uno, y pueden procesar, a gran velocidad, cantidades muy elevadas de ceros y unos, debido a lo cual son capaces de llevar a cabo tareas de gran dificultad. La informática cuántica se basa en el empleo de ceros y unos, igual que la digital, pero añade los estados 0-1 y 1-0 debido a las características de la mecánica cuántica: probabilidad e imprecisión. De este modo aumentan las posibilidades de cálculo y la rapidez de los procesos.
Teóricamente, los ordenadores cuánticos existen desde los años 80, pero solo recientemente han aparecido ordenadores cuánticos comerciales, uno de los cuales lo ha fabricado IBM. Recuerdo el IBM de la Facultad de Química de Santiago, en los años sesenta, que ocupaba una habitación, tenía una memoria muy inferior a cualquier dispositivo actual y había que acceder a él mediante tarjetas perforadas. Los ordenadores cuánticos de hoy son dispositivos muy caros, que requieren condiciones especiales para funcionar, como estar inmersos en bajas temperaturas. Hasta el 2019 ningún ordenador cuántico había logrado superar a uno convencional (Muy Interesante, número 485). Se supone que dentro de cuatro décadas (2060) los ordenadores serán cuánticos. Que ustedes los vean.