«Circular en coche propio se va a convertir en un lujo propio de multimillonarios del tercer mundo»

Cartas al director
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OPINIÓN

Martina Miser

22 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pago de autovías

Hace unos años solía oír a mis mayores decir que «del cerdo se aprovechan hasta los andares». Pues bien, el Gobierno, del coche, lo aprovecha todo. Porque, no contentos con arruinar a los ciudadanos friéndonos a impuestos y sanciones de todo tipo (impuesto de circulación, de matriculación, de transmisiones, el IVA, aparcamientos públicos y privados, zona azul, verde, roja o amarilla, sanciones, radares, la ITV, seguros obligatorios, la gasolina y los peajes), ahora quieren cobrar también por utilizar unas autovías que, por cierto, ya habíamos pagado. Dicen que «solo» va a ser un céntimo el kilómetro, pero mucho me temo que, más pronto que tarde, empezarán a subir estas tasas hasta que circular en coche propio se convierta en un lujo propio de multimillonarios de países del tercer mundo. Porque a eso vamos: al tercer mundo.

Dicen que quieren que ese dinero se destine a sanidad y a educación. Pues si tan preocupados están por la sanidad deberían, al menos, agradecer a los magnates que donan desinteresadamente equipos sanitarios la valiosísima aportación que hacen al común de la población, en lugar de ponerles la zancadilla y criticarles porque no hacen propaganda del régimen.

Y si tan preocupados estuvieran en invertir en educación, lo primero que tendrían que hacer es abstenerse de entrometerse en la enseñanza y dejar esa tarea a los expertos (padres, profesores, pedagogos y educadores), y optimizando recursos (amplios conocimientos, una pizarra y una tiza) ya no haría falta tanta «inversión».

No quiero pensar que el dinero que se recaude por desangrar el bolsillo del ciudadano sea más bien para engordar las ya abultadas nóminas de políticos, asesores, diputados, senadores, concejales, consejeros y demás miembros del espectro político. Voy a pensar que es por nuestro bien. Virginia R. Mateos. Vigo.

¿Solo una escalera?

Recientemente he leído una información sobre el aprovechamiento edificatorio del edificio que en su día fue sede del Círculo Católico Obrero en Vigo. A la vista de lo publicado me he realizado las siguientes preguntas:

¿Tienen la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Vigo una oficina u organización para la protección del patrimonio? ¿La citada oficina tiene técnicos en evaluación del patrimonio gallego?

¿La oficina tiene algún arquitecto entre sus técnicos? ¿Hay otros técnicos en la evaluación de edificaciones, en alguna de las oficinas citadas? ¿Los técnicos han visitado la totalidad del interior del edificio del Círculo? ¿Únicamente existe en el interior del edificio una escalera a conservar?

Me he hecho estas preguntas porque conozco muy bien el interior de la citada edificación y me da la sensación de que, si algún técnico fue a realizar la evaluación del edificio, dejó de apreciar un extraordinario salón-teatro que hay en el interior. Lo conocí como almacén de hormas de zapatos y materiales que se vendían en la zapatería-taller que los hermanos Platero regentaron en ese edificio.

En Vigo hay al menos unos doce museos, pero salas específicas únicamente destinadas a conferencias se cuentan con los dedos de una mano. Pues bien, se podría aumentar el número de ellas, por cierto, con una extraordinaria calidad de diseño, conservando la que existe en el interior del citado edificio. No sé si el colegio, que tiene su sede a escasos 80 metros, tiene algo que decir. Carlos Pajares Campos. localidad.

Arrepentimiento de cocodrilo

Las últimas declaraciones de Otegi son una ofensa, una burla innecesaria y lacerante al dolor que han generado a las familias que no volverán a ver a los suyos, por un odio sanguinario e inhumano. En ningún momento ha pedido perdón —dudo que conozca ese sustantivo—, no ha condenado las acciones de la banda terrorista, y siguen homenajeando a los asesinos que salen de prisión. Tirando de hemeroteca, este personaje dijo hace catorce meses: «Hicimos lo que teníamos que hacer». Desde la Moncloa consideran un avance tal reconocimiento, que no es más que un ejercicio político de una bajeza sin precedentes. Óscar Costas. A Coruña.

Romance para Gonzalo

He de escribir un romance

y no sé cómo empezarlo.

Quizá pueda hablar de Ourense

del ilustre Gonzalo.

Es un alcalde sin par,

un alcalde de los bravos.

Él no se arredra ante nada,

nadie podría pararlo.

«¡Primera llamada al orden!»,

dice encendido Gonzalo;

no quiere que allí en su pleno

lo juzguen de acobardado.

«Traeré a Ourense el progreso:

La torre y el parque acuático,

las escaleras mecánicas

y un belén un tanto caro.

Toda la gente dirá:

«¡Ahí va Gonzalo el amado!».

Mientras tanto en nuestras calles

echamos de menos algo:

la universidad, la música

y por supuesto el teatro.

Son solo cosas sencillas,

no pedimos nada raro.

Aquello que llena el alma,

aquello que es necesario.

Queremos nuestra cultura:

¡Devuélvela ya, Gonzalo! Sabela Alvarado. Ourense.