Alquileres: todo seguirá (casi) igual

Carlos P. Debasa PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

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13 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana pasada conocimos las tres líneas principales sobre las que pivotará la nueva Ley de Vivienda que ha impulsado el Gobierno de España. Lo que más nos ha extrañado es no haber sido invitados a participar de la solución, siendo el sector inmobiliario en lo que se refiere a empresas y agentes intermediadores, una pieza básica y angular en la visión del mapa y el manejo de todas sus variables.

Aun así, observar movimientos institucionales en este área nos alegra profundamente ya que significa admitir que existe un problema y se está buscando solución.

Desgraciadamente nada de lo planteado va a resolver lo que nos ocupa. Si cabe, levemente pueda alterar la situación actual, pero nada significativo a ojos de los cientos de miles de jóvenes (y no tan jóvenes) que sufren por la búsqueda de un lugar donde vivir en régimen de alquiler a un precio razonable y con unas calidades dignas.

El aumento del IBI es interesante pero cuanto más buceas en la letra pequeña más se deshace como un azucarillo. Tendrá incidencia, pero será mínima. La intervención en los precios es claramente un error. Cualquier injerencia en este sentido desde un organismo publico está demostrado que el mercado la rechaza y adopta el perfil contrario. No den por aludidos solo a los grandes tenedores, sería una reacción general del mercado.

Para que el cheque vivienda funcione no basta con entregarlo, será obligatoria la coordinación entre organismos y en nuestro caso el IGVS debería jugar un papel vigilante fundamental.

Si a todo esto añades que las responsabilidades de implantación están en su mayoría delegadas, poco nos equivocaremos si decimos que la incidencia de la nueva ley tendrá la vigencia de una estrella fugaz.

La única solución pasa por atraer nueva vivienda al mercado de alquiler de larga duración. Solo aumentando la oferta conseguiremos incidir en la corrección del mercado.

En Galicia los principales problemas pasan por las viviendas vacías y, en las principales ciudades, los pisos que han ido variando su uso a turístico o vacacional.

En cuanto a la vivienda vacía hay que incentivar, persuadir y atraer a los propietarios para que destinen sus inmuebles para alquilar temporadas largas. Y además hay que darles seguridad: ¿por qué no una bonificación total del seguro de protección de impagos y desperfectos?

En cuanto a la corrección del desatado exilio de inmuebles hacia el alquiler turístico, hay que regular con valentía, como (parece) va a hacer el Concello de Compostela. No todo vale y la ciudad debe ir siempre primero. Después de regular, una vez más habrá que incentivar, persuadir, atraer y dar seguridad a los que ya no podrán seguir operando al margen de la legalidad con sus otrora pisos turísticos.

En definitiva y desgraciadamente, ojalá me equivoque, pero pasará otra oportunidad. Una vez más nos resignaremos con lo que pudo ser y no fue. De nuevo nos lamentaremos viendo que todo sigue (casi) igual.