El mérito es carecer de mérito

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Javier Lizón

11 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía Truman Capote que escribir le había servido, en ocasiones, para librarse de la tristeza. A mí, escribir me sirve para ahuyentar la estupefacción. Porque ese debiera ser el estado natural de quien contempla, con devoción como es mi caso, la brillantez del Gobierno que bipartitamente nos gobierna. Entraron el jueves ella y él, juntos, para celebrar que habían llegado a un acuerdo presupuestario. Llegaron Sánchez, presidente, y Díaz, vicepresidenta, con la sonrisa de par en par evidenciando que el sol había llegado a nuestros corazones pandémicos y afligidos. En medio quedaba la ley de la vivienda, que aún no hemos leído y solo conocemos por los flancos. También el bono/alquiler de 250 euros a personas de 18 a 35 años y el bono de 400, cultural, solo para los de 18 (en Galicia, donde el sentido común aún no se ha perdido, el bono cultural no tiene edad). Era la cortina de humo perfecta: porque el Ejecutivo no quiere que veamos la realidad, con su luz y con su precio. Pero la realidad siempre se impone. Y uno, como dije arriba, la contempla estupefacto.

Lo peor de este Gobierno no es que dilapiden nuestro dinero en veleidades del ministro más ocurrente. Lo peor es mucho más profundo. Piensen que ahora tendremos que hacer cursillos para tener un perro. Se lo he dicho los míos y se han echado a reír. No fue por lo que les dije, sino porque era la hora del desayuno. Dana y Dino cualquier día me llevaran a un centro de estudios para realizar el nuevo cursillo. Entonces, recordaré a aquellos que lo inventaron: cráneos privilegiados. Pero el cursillo, o la norma que nos hará distinguir miradas impúdicas de aquellas que no lo son, no es lo peor. Lo peor es más profundo. Comenzó con Zapatero y continúa, en imparable progreso, con el bipartito. Lo peor es que ya nada parece importar. El mérito, por ejemplo. España es el país del todo vale. Aquí, cualquier zote puede hacer carrera. Incluso más, si eres okupa, por ejemplo, tendrás más derechos que el individuo al que le has «okupado» la casa. Podrás pasar de curso sin aprobar una sola asignatura. Podrás, incluso, llegar a doctor plagiando tu tesis o cursando en universidades capaces de apañar titulaciones. Lo importante es que tengas dieciocho años. Es la edad justa. La edad en la que sospechosamente ya podemos votar. Los de 18 están de enhorabuena. Los de 17, tendrán que esperar. El disparate se ha instalado en esta España anestesiada. ¿Qué estaría pasando si gobernase el PP? No quiero ni imaginarlo.

Sin embargo, no gobierna el PP, sino un conglomerado de ministros socialistas, independientes, comunistas y «podemistas», ayudados por el independentismo catalán y vasco. Son los que nos van a sacar del engorro de cualquier crisis. Eso decían cuando echaron a Rajoy con la primera moción de censura que triunfó en España. Sobra el dinero. Lo tenemos para cursos perrunos y miradas impúdicas. Lo tenemos para pagas perpetuas. Los de 18 ya sabemos a quien vamos a votar. Los zánganos, también.