Todo por junto: pensiones e impuestos

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

A.Ortega.POOL

30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera etapa de la convención popular con Pablo Casado se celebró en Santiago. Acordes con el lugar y los matices propios de los populares gallegos, las intervenciones del ex presidente Rajoy y del presidente Feijoo tuvieron notas políticas a destacar.

Feijoo, acogiéndose a lo sucedido en Alemania, reivindicó que «los grandes partidos se pueden entender». Si bien cargó la responsabilidad en «un gobierno tan sectario» que no lo ve. La abstención nunca existió. También fue claro en pedir al PP «no caer en las trampas del populismo».

Rajoy, reivindicando su herencia, proclamó: «Nosotros subimos impuestos a los 10 días; no quedaba otra». «Y tuvimos que nacionalizar la banca». Lo de los impuestos es rigurosamente cierto, lo de nacionalizar la banca es interpretativo y tan solo aceptable si se matiza que lo nacionalizado fueron las pérdidas y el rescate, no la banca. Pero en cualquier caso algo en lo que fijarse y reflexionar.

Al igual que sucede con la solicitud que le hizo a Casado para que vuelva al modelo de pensiones de su ley del 2013, de nuevo con el factor de sostenibilidad. Apostillando Rajoy que «la reforma que se ha hecho de las pensiones es un error» y deberá cambiarse la ley. Sin tener en cuenta que en ocho años nunca se aplicó su ley, era una ley en diferido. Y que hace unos meses las Cortes aprobaron una renovación del Pacto de Toledo, con 262 votos a favor, 2 en contra de la CUP y 78 abstenciones, pendiente de aplicarse legislativamente. Y ya veremos, por más que Yolanda Díaz afirme que el próximo jueves se derogará la reforma del PP, al tiempo que el PP presenta una enmienda a la totalidad a esa reforma de las pensiones aprobada con su voto en el Pacto de Toledo. Adelantando la recomendación de Rajoy, sin llegar al Gobierno.

Una sugerencia, acorde con la rebaja de impuestos prometida por los populares, es empezar por bajárselos a los pensionistas. Porque si bien tal rebaja no alcanzaría a esa quinta parte de pensionistas gallegos que, según el Foro Económico de Galicia, perciben unas pensiones por debajo del umbral de la pobreza, permitiría a nuestros gobernantes fachendear de una rebaja de impuestos más democrática y equilibrada, que no la ensayada en el Madrid de Aguirre sobre el patrimonio, tan elitista. También podría paliar la penalización tributaria de casi tres puntos en el IRPF a quienes trabajan cinco años más, hasta los 70. Lo que reduce y mucho el incentivo. Al igual que le sucederá al enredado y desconocido incentivo propuesto por el ministro Escrivá para ampliar en cinco años la vida laboral. Objetivo en el que no le acompañan sindicatos y patronal, beneficiarios obvios de la jubilación anticipada.

Impuestos y pensiones por junto para el nuevo programa popular. En la senda de lo oído en Santiago, de efecto inmediato ya en el Congreso con la nueva ley de pensiones. Lo que confirma que, salvo algún expresidente -a veces y en Galicia-, pocos políticos ajustan lo que dicen a la realidad. Veremos. También a Ayuso.