Una estrategia equivocada

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Quique Garcia | Efe

24 sep 2021 . Actualizado a las 23:21 h.

Pendientes como estábamos del camino de la lava hacia el mar, el drama de los palmeros y el precio de la luz, casi nos olvidamos de que el cabecilla de la rebelión de los señoritos catalanes seguía de gira por Europa. Cierto que la mesa esa de los monólogos está acaparando toda nuestra atención en el asunto de Cataluña y que los movimientos de Carles Puigdemont dejaron de ser prioritarios hace tiempo. Afortunadamente.

Pero en esto llega la policía italiana y vuelve a retrotraernos a épocas pasadas con su detención cuando pretendía asistir en Cerdeña a una reunión de separatistas sardos. Y aquí empieza otra vez el lío.

Porque no parece claro que la euroorden de su extradición esté vigente y que Puigdemont carezca de toda inmunidad por parte del Parlamento Europeo, que le retiró lo que luego confirmó la Corte Europea de Estrasburgo. Una vez más, y así llevamos años, tribunales e instituciones europeas no deciden uniformemente sobre el proceder delictivo o no del ex president. Y es una incógnita lo que puedan hacer los italianos. Ya vimos cómo su detención en Alemania acabó en nada, se rechazó entregarlo a España.

Pero, dejando al margen las decisiones judiciales, lo cierto es que el líder de los rebeldes está causando un daño irreparable e incalculable a Cataluña y a sus ansias independentistas. Tuvo su influencia en que ERC gobierne la Generalitat, contribuyó al desánimo soberanista de los catalanes y pone en riesgo la mesa negociadora que, pese a las escasas perspectivas de éxito, es lo único a qué agarrarse. Y facilita la imagen internacional de las calles ocupadas por hooligans.

Lo mejor para el propio Puigdemont, para el independentismo y para Cataluña es que el expediente que resolverá, o no, su entrega, acabe con su consentimiento de ser trasladado a España. Para asumir los disparates; como hicieron el resto de sus colegas. Pero esto no deja de ser una quimera. Porque su estrategia ha sido siempre la de huir cobardemente hacia adelante para poder justificar su actuación y alimentar a los catalanes más radicales. Aunque a lo único que conduce esa estrategia es a dañar al país al que tanto dice querer y defender. Alguien debería hacérselo ver.