¿Por qué arde Galicia todos los años?

Antonio Rua, Mercedes Fernández INVESTIGADORES DE LA CÁTEDRA AON DE CATÁSTROFES DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS

OPINIÓN

Rosa Veiga

15 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un verano más y otra vez lo mismo en Galicia. Parecía que íbamos a tener un verano tranquilo, sin fuegos, hasta que, como siempre y, en donde no cabría esperar, surge un primer gran incendio, como el que se ha cebado días atrás en varios municipios de la Ribeira Sacra lucense, arrasando más de 1.500 hectáreas. Sin ánimo de ser agoreros, nos tememos que la cosa irá a peor en las próximas semanas de septiembre y, podría darse el caso, hasta incluso entrado el mes de octubre. ¿Por qué queman Galicia año tras año? ¿Qué intereses se esconden detrás? En las investigaciones realizadas desde la Cátedra AON de Catástrofes de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid se ha constatado la clara relación entre los incendios forestales en los municipios gallegos y ciertas variables de carácter socioeconómico (estructura poblacional, densidad, explotaciones ganaderas, educación, entre otras), siendo más elevado el riesgo de incendio donde mayor vulnerabilidad socioeconómica existe. En definitiva, el factor humano está claramente detrás de los incendios forestales y estas son posiblemente las teclas que habrá que tocar para tratar de cambiar la historia.

Las medidas adoptadas hasta ahora para evitar que se repitan episodios incendiarios todos los veranos tienen su origen en la Ley de prevención y defensa contra incendios forestales de Galicia (Ley 3/2007, de 9 de abril). Dicha ley, con más de 80 cambios desde su entrada en vigor, ha puesto el énfasis en la extinción y no tanto en la prevención, lo que ha generado una complicada maraña político-administrativo-caciquil resultando ineficaz y poco ágil, no logrando, una vez más, el objetivo de erradicar (o siquiera reducir) los recurrentes fuegos estivales.

A pesar de todo esto, todavía hay esperanza, ya que está previsto que en el ejercicio 2022 entrará en vigor una nueva ley de prevención y defensa contra los incendios forestales. El nuevo texto legislativo ha estado en fase de exposición pública, a través del Portal de Transparencia de la Xunta, desde el 18 de junio del 2021 al 2 de julio del 2021, recibiendo solo 3 observaciones. Tenemos que congratularnos, ya que la filosofía que parece subyacer en esta nueva ley está claramente alineada con los resultados y conclusiones de las investigaciones realizadas desde la cátedra, poniendo el foco en «los cambios sociodemográficos, en actuaciones preventivas sobre el territorio, la promoción de iniciativas de recuperación de usos del monte, del espacio rural, la regulación de los usos del fuego, la vigilancia, la extinción, así como la formación, divulgación e investigación». Y lo que es más importante, también será objeto de tratamiento la sensibilización y concienciación de la ciudadanía para lograr una «implicación activa en la prevención y defensa contra los incendios forestales de toda la sociedad gallega, impulsando nuevas oportunidades de crecimiento y potenciar la estructura económica del entorno rural para aprovechar al máximo su capacidad».

Sirvan estas líneas para que, si algún terrorista incendiario nos está leyendo y está pensando en reincidir -como todos los veranos- en las próximas semanas, se lo piense un momento, respire profundamente, mire a su alrededor y respete y valore el maravilloso entorno que supone el monte gallego.

Cambiemos la historia entre todos.