Volar a Londres, un suplicio

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

09 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Vueling: misión imposible

El viernes 3 de septiembre a mi y a mi pareja (que es inglesa) Vueling no nos dejó embarcar pese a que llevábamos el test de antígenos en español realizado en farmacia. Sin embargo, el lunes 30 fuimos a llevar a un amigo al aeropuerto y a él lo dejaron pasar. Yo incluso pregunté y el personal que estaba en facturación me explicó que Vueling estaba aceptando los test pero que corríamos el riesgo de ser multados una vez llegamos a Londres. Como nos confirmó que aceptaban las citadas pruebas, esto fue el que hicimos: subí los documentos en la aplicación, en la que me indicaba que un agente los iba a revisar, y los documentos (incluyendo el antígenos de farmacia) fueron aceptados y se nos dio un boarding pass. Nuestra sorpresa fue cuando al llegar nos dijeron que no los aceptaban. ¿Por qué? Había salido una noticia en La Voz de Galicia informando de que tenían que ser de laboratorio. Argumenté que en la página de Vueling y en la del Gobierno británico no se especificaba si deben de ser de laboratorio o farmacia. Eran conscientes de que el Gobierno británico sí deja volar con el de farmacia, pero Vueling no lo aceptaba. Así que nos dejaron en tierra. Cuando nos denegaron el embarque, ya habían facturado nuestras maletas y las habían mandado a la bodega. Fue entonces cuando llamaron a la Guardia Civil y los agentes se pusieron de nuestra parte. Nosotras vivimos y trabajamos en Londres, y mi pareja tiene pasaporte del Reino Unido. Pedimos hablar con algún responsable de la compañía y se negaron. Se escudaban en el artículo de La Voz. Nos dijeron entonces que podíamos acudir a una clínica en Sigüeiro a realizar el test. Allí fuimos y al llegar de nuevo al mostrador de la aerolínea ya habían roto las tarjetas de embarque. Preguntamos por nuestras maletas, y no sabían dónde estaban. Dejaron atrás a una familia con cinco niños por el mismo motivo. Al final, cuando llegamos al Reino Unido nadie comprobó nada. Es ridículo. Marta Pazos Pérez y Katie Tolera.

  La (in)solidaridad de los antivacunas 

Las autoridades ejercen cada vez más presión para que nos vacunemos. Pero una parte importante de los no vacunados no han podido acceder a su dosis por diversas razones. En cuanto a los antivacunas se plantea la cuestión de su solidaridad y responsabilidad. Si alguno enferma de covid-19, ¿debería asumir su decisión y no quejarse? En cuanto a la presión hospitalaria, cabría preguntarse si los hospitales deberían reservar un mayor número de camas de cuidados intensivos para los pacientes no covid-19, y en el caso de que los antivacunas caigan enfermos actuar con ellos acorde con la actitud que defendieron. También habría que analizar a los políticos por ser ellos quienes, en los últimos diez o quince años, han permitido que se redujera el número de camas de cuidados intensivos. Cada cual debería enfrentarse a sus resoluciones. Echar la culpa a los demás para ocultar sus propios errores es un engaño. Claudina Carbajal. Ribadavia.

 Por mi mecánico

La última vez que llevé mi furgoneta de segunda mano a reparar a un concesionario oficial, fue la gota que colmó el vaso. Me presupuestaban una reparación de 1.200 euros. En cada visita anterior me habían instalado nuevas piezas del motor, pero el automóvil seguía fallando. Harto de pagar facturas y sintiéndome estafado abandoné el corporativismo para encontrar a un mecánico de toda la vida. El jefe, un tipo simpático manchado de grasa y con un pitillo apagado en la boca, tardó unos segundos en adivinar que el motor estaba suelto. ¡Suelto! Había perdido tres de los cinco tornillos de sujeción, que el concesionario no había apretado en sus anteriores incursiones mecánicas. Tras reponérmelos, el que ahora es mi mecánico de confianza, no me quiso cobrar y la furgoneta no ha vuelto a tener problemas. Las multinacionales nos incitan con sus estrategias a cambiar y renovar sus productos a la que tienen un pequeño problema. la frase «te saldrá más barato comprar uno nuevo» es falsa. A. Soler Arpa. Barcelona.