Las botas nuevas de Pere Aragonès

OPINIÓN

Quique García | Efe

03 sep 2021 . Actualizado a las 11:32 h.

El verano oficial es historia. Lo sabe hasta Pedro Sánchez, que en plena crisis afgana compareció en alpargatas, otro éxito de su gabinete de comunicación, y ahora ya anda de zapato de vestir de hito en hito gubernamental. En un suspiro y una gota fría hemos pasado de aquellas alpargatas a esos zapatos y a las botas de montaña de Pere Aragonès. Que estas sean nuevas del trinque no hablan demasiado bien del presidente de la Generalitat. Claro que no es delito ir de estreno a una catástrofe, pero su presencia así parece un poco pose, la cosa canta a demasiada moqueta y referendo. Aragonès pasa revista a los destrozos en Alcanar (Tarragona) mientras un afectado le pasa revista a él. Lata de cerveza en mano, el hombre de las katiuskas tiene pinta de todo menos de ir a pedirle un autógrafo. Las katiuskas también son de todo menos nuevas. Y ahí está el quid de la cuestión de la desafección hacia la clase política: el pueblo estrenando desgracias; los que gobiernan, calzado.