Camino de Santiago: más seguro que jugar al «Fortnite»

Cristóbal Ramírez AL DÍA

OPINIÓN

Salas | Efe

19 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El concepto de seguridad, como el mundo entero, ha cambiado. Si a un peregrino medieval le hubieran dicho cuál es la seguridad hoy en cualquiera de los Caminos de Santiago hubiera creído que entraba en el cielo.

Lógicamente, no hay que anclarse en aquel (terrible) pasado. Solo faltaría que alguien lo añore. Pero con el cambio de concepto se ha trasladado la seguridad a un mundo irreal como es el de Internet (casi nadie hace caso de las advertencias de los peligros del Fornite, por ejemplo) y la inseguridad al mundo físico. ¿Hay algo más seguro que quedarse encerrado en casa con videojuegos diez horas al día?

El mundo al revés. Y en ese darle la vuelta, no sé si al planeta o a los sesos de cada cual, le ha tocado la gorda a los Caminos de Santiago, donde cualquier suceso se magnifica por pequeño que sea. Y antes de que los grupos de presión se vuelvan a lanzar a mi despelleje, aclaro que esos sucesos me parecen totalmente reprobables.

Pero, ¿qué sucede en los Caminos? Que uno o dos chorizos de poca monta han birlado un móvil en un albergue y media mochila con calcetines incluidos en otro. O que un pervertido vaya siguiendo a una mujer en Asturias mientras se masturbaba. ¿Condenables? Sin la menor duda. Ni la mínima. Pero de ahí a pensar que detrás de cada peregrino debe ir un guardia civil a caballo media una distancia sideral.

Porque los Caminos de Santiago configuran hoy por hoy el espacio más seguro que tenemos no solo en Galicia, sino en toda España. En cualquier ciudad pequeña, y ya no digamos en las medianas y grandes, se cometen cada día muchos más delitos y en algunos casos de más importancia que las anécdotas que suceden en las rutas jacobeas, por muy reprobables que sean tanto unos como otras.

Y ahí se lleva la palma Galicia. La práctica totalidad de esos incidentes que ocurrieron en la comunidad fueron resueltos en un pispás por las fuerzas policiales. En otras partes el nivel de éxito se acerca, por suerte.

De manera que, ¿dónde está la inseguridad? Podría argumentarse que para una mujer el riesgo es mayor que para un hombre cuando anda sin compañía. Y es rigurosamente cierto. Como en todas partes. Como si se va al parque de Ordesa sola. O a recorrer la sierra del Teleno. Pero eso es cuestión de educación y, de nuevo, de vigilancia policial y judicial sobre ciertas personas. Pero ¿cuál es la culpa del Camino, donde personas como Margery Kempe ya lo recorrieron solas en 1417 sin sufrir ni el mínimo incidente?