Ecologistas de salón
Es interesante ponerse en la perspectiva de una persona no informada, o que solo se entera de lo que suena en los telediarios o de lo que lee, casi siempre en titulares, en algún periódico. Se ve cómo actúan los nuevos ecologistas: desde la silla giratoria de un despacho. Desmantelan empresas, como Endesa, que dieron trabajo durante décadas al pueblo de As Pontes. Que nos quiten el carbón, que contamina. Alemania se descarboniza más lentamente, de hecho, acaba de abrir una central nueva, ante las protestas verdes, eso sí. Puede que sean más realistas aunque no menos ecologistas que nosotros. Las nucleares, peor aún, ni mencionarlas, aunque Francia, que está ahí al lado, tiene unas cuantas. Así que da lo mismo que tengamos nucleares o no porque nuestro país está igualmente expuesto a ese peligro, pero sin el beneficio que les genera la energía de las nucleares a los franceses. Y si hablamos del campo es un suma y sigue, con nuestros ecologistas de salón. La gente que planta una leira de patatas, o una huerta, tiene que cercarla con un pastor eléctrico. La culpa es de que los jabalíes no son el menú preferido de los lobos, así que no hay cerco posible que salve los cultivos de los destrozos del jabalí. Además, este animal parece que no tiene depredador natural. Y por eso, volvemos a las preferencias del lobo, pero para esta información que le pregunten a los ganaderos, que seguro lo explicarán con gusto. Las autoridades deberían salir de vez en cuando de su despacho para conocer y buscar el equilibrio entre la economía y el cuidado del medio. M. J. Vilasuso. As Pontes.
¡Qué alivio!
Parece que podremos respirar tranquilos. Después de leer las líneas maestras del cambio estratégico que propone el nuevo gerente del Consorcio de Turismo de A Coruña, podemos respirar tranquilos. Potenciar los congresos, para lo que ya cuenta con el Convention Bureau que tanto esfuerzo le costó sacar adelante a la anterior gerente, unificar la oferta turística de la ciudad explotando todas sus potencialidades y recursos, como proponía aquel Sueño en Atlántico que se presentó en la última Fitur; recuperar los enlaces que perdimos con el covid; potenciar el Camino Inglés que con Lanzada Calatayud ya había recibido un fuerte impulso al lograr la tan ansiada credencial; y, finalmente, desarrollar un sistema de inteligencia turística para analizar los cambios y preferencias del mercado. Son, sin duda, unas buenas medidas que suscribo en su totalidad. Pero ni son nuevas, ni suponen ningún giro. Todas estaban incluidas en el plan estratégico que ahora se iba a actualizar. Reconozco que albergaba algunos temores, dada la experiencia en la última década de Moisés Naranjo: Benidorm y Fuerteventura, en dos destinos turísticos tan alejados del nuestro. Sin embargo, si algo echo en falta es la política de colaboración con los agentes y profesionales del sector que tan buenos resultados tuvo en el período anterior. De hecho, el propio plan estratégico fue el resultado de un trabajo conjunto entre el Consorcio y las fuerzas vivas del sector liderado por la anterior gerente y asesorado por una comisión de seguimiento con una amplia representación de la ciudad. Esperemos que solo sea un olvido y deseamos al nuevo responsable el acierto que nuestra ciudad necesita para recuperar el nivel del 2019. Aureliano García González-Llanos. Miembro de la Comisión de seguimiento del Plan Estratégico de Turismo para A Coruña.