Los balances de Sánchez

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

Emilio Naranjo

03 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a hacer otro balance positivo de su gestión, esta vez por el avance de la vacunación contra el coronavirus y por su previsión de crecimiento económico de España. Sin cortarse un pelo, nos ha invitado a todos «a construir en la unidad», para dejar atrás el pasado, «porque no saldremos del túnel por el punto donde entramos» sino que «la salida será hacia delante». Lo hemos entendido, ¿no?, porque él lo ha reiterado de varios modos.

Y es que estamos ya en la España multinivel, un nuevo concepto que no define cambios reales, pero que sí permite airear nuestra vocación innovadora con vistas al futuro. Porque, aunque no lo parezca, la cuestión también va de sutiles juegos de palabras para animar el ambiente, mostrándose lejos del punto de partida, es decir del virus originario y de otras cuestiones relativas a la unidad de España, por ejemplo.

Las comparecencias de Sánchez tienen un núcleo común: la reiteración de que estamos en el buen camino en todos los sentidos. Algo en lo que le lleva la contraria con igual tesón el PP, con su presidente Pablo Casado asegurando que «si se aprueban los Presupuestos del Gobierno, la ruina llegará en seis meses a todos los territorios». Y la advertencia de que, cuando ganen los populares, se pondrá orden en Cataluña. Y punto.

Porque lo paradójico de todo esto es que nos están acostumbrando a oír lo que oímos y muchos ciudadanos ya repiten eso de que «todos los políticos son iguales». Y no es verdad, o al menos no lo es del todo. Sería una mala conclusión igualarlos, porque no dicen lo mismo ni lo dicen de la misma manera. Y, al cabo, los ciudadanos tendremos nuestra legítima oportunidad de votar a quienes más nos convenzan.

La realidad es que no estamos en una época políticamente espléndida, pero sí que estamos en una democracia asentada y sólida, y con esto no se puede jugar. Por eso, Sánchez -que se puso la «medalla de oro» de la vacunación- y sus socios o adversarios deben de tener muy presente que, antes o después, los españoles votaremos. Y entonces se verá si tantos «balances positivos» resisten ante quienes los rechazan con rotundidad.