Autobuses llenos

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OPINIÓN

MARCOS MÍGUEZ

03 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A tope en el bus

¿Podría alguien explicarme porqué si cafeterías, restaurantes, cines y teatros deben respetar unas determinadas distancias, los autobuses van repletos de gente? María Victoria Vieiro Aller. A Coruña.

  ¿Cuándo empezamos a repartir la riqueza? 

Quisiera comentar un artículo publicado en La Voz el pasado 29 de julio en el que su autor descalifica unas declaraciones que ha hecho el papa Francisco acerca de la producción y distribución de los bienes materiales. El papa no ha dicho que no haya que producir bienes materiales. Es obvio que sin producción no hay distribución posible. Lo que ha dicho, como el propio articulista refleja, es que hay que centrarse en distribuir los bienes ya existentes. Una propuesta muy oportuna cuando andan circulando por ahí opiniones como la del señor Max Roser, economista, filósofo y uno de los mayores expertos mundiales en pobreza, que dice que para reducirla sustancialmente hay que multiplicar el PIB mundial por cinco. Solución ad calendas graecas que en el fondo lo que evidencia es que, desde el punto de vista personal, para el señor Roser la pobreza no es un problema acuciante. Probablemente porque nunca ha sido pobre. Pero además parece que este caballero anda flojo en aritmética. Hoy se considera, por parte de los organismos internacionales, que viven en la extrema pobreza quienes disponen de menos de 1,90 dólares al día para todas sus necesidades y que actualmente se encuentra en esta situación el 10 % de la población mundial. O sea unos 800 millones de personas. Hagamos un sencillo cálculo: aún partiendo de la base de que todas estas personas no tengan hoy absolutamente ningún ingreso bastaría, para sacarlas de la extrema pobreza, con darle un par de dólares diarios a cada una. Dos dólares al día, por 365 días, por 800 millones de personas dan un costo total anual de 584.000 millones de dólares. En resumen: hacer desaparecer la pobreza extrema costaría bastante menos del 1 % del PIB mundial. No parece que ande muy desencaminado el papa Francisco. Carlos Ubaldo Ruiz. Ares.

 ¿Y la policía local para qué está?

Como en otras ciudades y pueblos de Galicia, esta semana la recogida de basuras -sobretodo de envases y papel- en determinadas zonas de Ribadeo ha sido un caos. Lo achacan desde el ayuntamiento a que el camión de recogida no puede acceder por haber coches estacionados. Y yo me pregunto para qué está la policía local que mira que se pasea por la localidad a todas horas. Las que aparcan son generalmente las mismas personas y no sé por qué no se les multa, salvo que sean amigos y conocidos. La policía también mira para otro lado cuando hay botellones. Saben dónde son, pero es más cómodo no actuar. Mientras, la hostelería actúa de policías solicitando el carné de vacunación y sufriendo las iras de los usuarios en alguna ocasión y la pérdida de ganancia. Para objetos decorativos ya disponemos de la casa de los Moreno, la Atalaya o Isla Pancha. Manuel Naves Díaz. Ribadeo.

Otra estafa

Empezamos a sufrir otra oleada de una tan vieja como sencilla estafa. Comerciantes sin escrúpulos simulan mantener sus precios, pero el envase de sus mercancías contiene ya una menor cantidad del producto. En defensa propia y de los incautos con poca vista, los consumidores listos están llamados a denunciar y acabar con ese abuso, demostrando que los tontos son esos nuevos estafadores. Emilia Novas Soler. Madrid.

  Caro y necesario 

En algunas regiones de la España abandonada se provee de un maestro a localidades con tres niños. Se considera caro pero necesario. En otras, un centro de salud para pocos pacientes crónicos y ancianos se considera caro e innecesario. Algunos padres prefieren pagar al profesor de refuerzo para el hijo brillante y no para el hermano que aprueba raspado; así optará a una plaza en Oxford.

Lo que la sociedad considera, caro, necesario y rentable define a esa sociedad. F. J. Barón Duarte. A Coruña.

 Del 2040 al 2060: fin del capitalismo

Según el economista español Santiago Niño Becerra, el capitalismo se podría acabar en el 2060 (en esta última etapa a partir de 2022 será muy salvaje y autoritario), en particular por el agotamiento de las materias primas. Recientemente, se hizo público un estudio reciente del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) que decía que nuestra civilización occidental (especialmente el capitalismo) «desaparecerá» en el 2040 por razones de cambio climático. El covid-19, las inundaciones, los incendios forestales y, sobre todo, la pandemia de calor extremo podrían hacer que este mundo que conocemos en Occidente (incluida China) deje de existir muy pronto. Josep M. Loste.