Alberto Garzón, profeta en Cuba

OPINIÓN

Emilio Naranjo | Efe

16 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El hombre que en la foto sale junto a unos compais ministros apuntando con el dedo hacia un lugar indeterminado, quién sabe si a una churrasquería, es el titular de Consumo. De nombre Alberto, a ojo 65 kilos en canal, Garzón ha lanzado una campaña para que descienda la ingesta de pollo y chuletilla. Si la cosa suena a broma de mal gusto, no digamos ya en las casas donde no hay ni para pipas. Garzón y el pecado de la carne. Acaso su mensaje tiene que ver con ese aspecto tan de catequesis. Al hombre le han dado hasta en el carné de identidad por hacerse el Schwarzenegger, pero su puesto lo conserva. O sea, podrá comer lo que le venga en gana: «¿Qué va a querer el señor, mero o cordero?». Lo opuesto a Cuba, con ese régimen tan del agrado del ministro, donde la gente está, por causa de fuerza mayor, a régimen total. La ternera ni la huelen. Allí, la campaña anticarne arrasaría. Ay, Alberto Garzón. Qué fácil es dar lecciones con el estómago lleno.